Los Mundiales de natación de julio en Budapest, los primeros pos-Phelps, y los de atletismo en Londres en agosto, los últimos de la galaxia Usain Bolt, animarán el calendario deportivo de 2017, año en el que se decidirán los participantes en el Mundial de fútbol de 2018 y se elegirá la sede de los Juegos Olímpicos de 2024.
Las piscinas de un país con gran tradición natatoria, Hungría, intentarán hallar un sustituto que llene el inmenso hueco dejado por Michael Phelps, que con sus seis medallas en Río 2016 (cinco oros) sumó 28 medallas olímpicas y consideró oportuna la retirada definitiva.
Similar vacío puede dejar en el deporte mundial el jamaicano Usain Bolt, tres veces triple campeón olímpico y que asegura que los de 2017 serán sus últimos mundiales. Solo por eso, la cita merecerá el calificativo de histórica. No se vislumbra a nadie con el carisma de Bolt para hacerse con un trono tan duradero como el suyo.
La cita londinense puede ser la del regreso al redil o, por el contrario, la de la marginación definitiva de los atletas rusos, que siguen suspendidos por la IAAF como castigo a las trampas reiteradas de su federación local en los controles antidopaje. De momento, ya están fuera de los Europeos en pista cubierta de febrero en Belgrado.
En el universo futbolístico, concluirán en 2017 las fases de clasificación para el mundial de Rusia 2018, con la galaxia balompédica pendiente de la reacción de la Argentina de Leo Messi, actualmente quinta en las eliminatorias sudamericanas.
El mundial sub-20 de Corea, la Eurocopa femenina en Holanda, la Copa de África en Gabón y la Copa de la Concacaf en Estados Unidos se suman al calendario del fútbol en la temporada que comienza.
Cronológicamente, el año se abrirá en cuanto a competiciones de primer nivel con el mundial masculino de balonmano, en Francia en enero. El país local defenderá el título y la selección española, que hace dos años fue subcampeona, regresará a la alta competición tras quedarse fuera de los Juegos Olímpicos de Río.
Si un mundial de balonmano inaugurará el año, otro, el femenino, lo cerrará once meses después, en diciembre en Alemania.
La agenda de 2017 incluirá campeonatos de Europa de baloncesto, el femenino en junio en la República Checa y el masculino en septiembre repartido por cuatro países, no precisamente fronterizos: Israel, Rumanía, Finlandia y Turquía, donde será la fase final. La selección española es la vigente campeona.
También en septiembre, tres ciudades se jugarán su futuro deportivo, quizá también urbanístico y económico, en una partida rápida en Lima. Los Ángeles, París y Budapest, candidatas a organizar los Juegos Olímpicos de 2024, se someterán el día 13 al veredicto del COI, que ha visto drásticamente reducida la lista de aspirantes.
La crisis económica y al miedo al gasto que conllevan los Juegos, expresado por los ciudadanos en referéndum o por sus políticos en los ayuntamientos, han relegado a un rincón de la historia olímpica aquellos tiempos en que una docena de ciudades luchaban por la sede.
El voleibol ofrecerá en 2017 a sus seguidores campeonatos de Europa, el femenino en Azerbaiyán y Georgia y el masculino en Polonia, con la novedad del regreso a esta competición de España, ausente desde 2009.
Algunos deportes que repiten formato año tras año cobrarán interés el año próximo por distintas circunstancias.
¿Quién sucederá a Nico Rosberg como campeón de Fórmula Uno, después de que el alemán se retirase nada más ganar el título de 2016? ¿Habrá acabado definitivamente Andy Murray con el dominio de Novak Djokovic? ¿Servirá el fichaje de Kevin Durant para dar el título de la NBA a Golden State? ¿Estará Simone Biles, ganadora de cinco medallas olímpicas, en los mundiales de gimnasia (octubre, Montreal), después de haber aparcado su carrera para centrarse en los actos promocionales? 2017 tiene la respuesta.