Los jugadores no lo esperaban. Sabían de la altura de la Ciudad de México sería un factor fundamental que provocaría que la bola volara mucho más, pero jamás contemplaron que el Club de Golf Chapultepec les tendría un secreto guardado. Ni el clima, ni la altura fueron motivo de sorpresa, pero a casi nueve décadas de su fundación, la grama que destaca por ser corta en yardaje promete ser un verdadero reto para los golfistas que pocas veces encuentran un campo veterano con una gran ondulación en sus greens y fairways pesados que terminarán por complicar el control de la bola.
“Tiene todos los signos de un campo tradicional, de estilo viejo. Pero este campo tiene una gran defensa: los greens que son muy severos, demasiado rápidos para nosotros. Esperemos no tener muchas complicaciones para poder ejercer control”, explicó Adam Scott, campeón defensor del torneo y número 7 del mundo y quien busca un retorno fuerte, luego de algunos tropiezos en el arranque de la temporada. Scott, quien reconoció que disminuyó su ritmo de juego, pero ve en México una buena oportunidad de reencontrar el ritmo de cara al Masters, señaló que pronostica que un elemento clave para poder hacerle frente al desafío, será pegar buenos palos al fairway y dejar la bola en posición, para después subirla a green, quitando presión en los putts.
“Toda esta semana trabajaremos con la precisión, una penalización por fallar con el driver será muy severa. Los árboles, también serán un elemento en contra, pues impiden pegar de lleno al green. Tendremos que controlar muy bien los wedches. Sin duda han sido dos días muy difíciles de adaptarse. Como podrán ver habrá muchos retos esta semana”, completó el jugador que busca su primera victoria de la temporada. Luego de dos días de práctica en el campo, ante la atenta mirada de cientos de fanáticos que se dieron cita solo para observar a sus jugadores favoritos, Henrik Stenson -cinco del mundo- habló de la paciencia como ingrediente principal para poder sacar adelante su primera participación en suelo tricolor.
“Para mí, este es el arranque y estoy buscando tomar forma para tener un buen juego. Normalmente es necesario tener paciencia, pero en este campo se pueden esperar varios escenarios donde nuestra paciencia será probada”, reconoció el sueco, que regresa de una ausencia de dos meses fuera de los campos. Rory McIlroy, quien viene de superar una lesión, tocó el tema de los árboles, más de 6 mil que no solo decoran el campo, sino que son un elemento que complica aún más el panorama.
“Este es un campo de golf diferente al que solemos jugar cada semana. Será divertido. Requerirá de ser mucho más estratégico desde el tee, pues los greenes son pequeños. Es algo muy a la vieja escuela. Creo que nos gustará mucho”, declaró el tres del mundo.
El californiano Rickie Fowler, quien viene de ganar el Honda Classic, abundó que la discreción de los tiros que tendrán un gran valor estos cuatro días.
“Habrá muy pocos drivers. La gran parte del tiempo jugaré muy conservador. Será parte de la estrategia. La clave será poner la pelota en juego”, declaró el nueve del mundo en el ranking mundial de golf.