La policía brasileña investigará las causas del incendio que quemó parte del techo del velódromo olímpico de Rio de Janeiro en la madrugada del domingo y causó daños a esta instalación millonaria, que ha visto muy poca actividad desde su estreno para los Juegos 2016.
La Autoridad de Gestión del Legado Olímpico (AGLO) anunció en un comunicado que había decidido tomar medidas legales para aclarar las causas que desataron el fuego, pues se trata de un crimen federal.
Según apuntó en la mañana el ministro de Deportes Leonardo Picciani, el siniestro -que no dejó ninguna víctima- podría haber sido originado por el fuego de unos globos de papel que sobrevolaban la zona en combinación con aire caliente.
"El ministerio de Deporte lamenta profundamente el incidente ocurrido esta madrugada en el Velódromo del Parque de Barra y y, al mismo tiempo, critica esa práctica criminal de soltar globos", escribió Picciani en su cuenta de Twitter.
Sobre las 00:30 locales, una parte del techo comenzó a arder alertando a los vecinos, que avisaron a los bomberos. Dos horas más tarde, el fuego era extinguido dejando daños también en su delicada pista, según imágenes publicadas por el sitio GloboEsporte.
Fue entonces cuando se desataron los temores sobre si su exclusivo sistema de refrigeración había sido afectado, lo que fue desmentido después por la AGLO.
Construida con madera siberiana, la pista del velódromo está considerada una de las más rápidas del planeta, y fue escenario de diez récords mundiales durante los Juegos de Rio-2016.
Para conservarla, el aire acondicionado debe estar permanentemente prendido, pese a que el recinto, al igual que el resto del Parque Olímpico, no ha disfrutado de mucho uso desde su estreno hace un año.
Este velódromo es un viejo conocido de las polémicas desde los grandes retrasos que acumuló en sus obras, concluidas apenas un mes y medio antes de los Juegos, obligando a los organizadores a anular los eventos de prueba.
El proyecto costó finalmente 168,4 millones de reales (alrededor de 48 millones de dólares al cambio de la época), pese a que ya se había construido otro velódromo para los Panamericanos de 2007. Aquel recinto no pudo ser conservado porque no respondía a las normas exigidas por la Unión Ciclista Internacional (UCI) para los Juegos.
Reabierto en mayo tras ocho meses parado, ahora acoge entrenamientos de alto nivel e iba a ser sede este domingo de una competición de kárate que tuvo que ser pospuesta.