El aspecto y los apellidos de Alejandro Davidovich Fokina revelan su ascendencia rusa. Pero él se siente y es profundamente malagueño: nació y creció en La Cala del Moral (Málaga, España). Su padre Eduardo fue boxeador profesional. No le siguió los pasos golpeando con los puños, pero sí con una raqueta. Desde pequeño se introdujo en el mundo del tenis, entrenando al compás de las olas del océano que tenía al frente. Ahora, justamente a orillas del Mar Mediterráneo, el tenista de 22 años -inspirado en las olas que marcaron su infancia- se convirtió en el verdugo de su máximo ídolo, Novak Djokovic, tras amargarle su regreso en el Masters 1.000 de Montecarlo.
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Desde los dos años, Davidovich ya se había sentido atraído por las raquetas, aunque recién a los cinco empezó su aventura competitiva. Mientras el malagueño recorría este largo camino para hacerse un nombre en el mundo del tenis, su principal fuente de inspiración estaba en Djokovic. El serbio ha sido y es su principal referente en este deporte.
Y fue así que este martes Alejandro se puso al frente de su ídolo por tercera vez en su carrera. Ya antes había enfrentado a ‘Nole’ sin éxito en el Masters 1.000 de Roma y en los Juegos Olímpicos Tokio 2020. Pero -como dicen- la tercera es la vencida. Y Montecarlo fue el escenario propicio. Si en los dos cruces previos solo pudo ganarle siete ‘games’ al serbio, ahora el joven tenista le arrebató 18 y se quedó con la victoria en tres sets (6-3, 6-7, 6-1).
Djokovic no competía desde hace un mes y medio. Además, como respaldo solo tenía tres partidos disputados en el 2022 antes de la fecha. La poca continuidad le pasó factura y el serbio vio amargo su regreso al circuito por un joven que tiene mucho que demostrar en los próximos años.
Sin duda alguna, esta es la victoria más importante en la carrera de Alejandro Dadidovich (46° del ránking ATP). Y es que ganarle al número uno del mundo no es cosa de todos los días. Mucho menos en Montecarlo, donde ‘Nole’ ya ha sido campeón dos veces.
De hecho, el malagueño de 22 años provocó la primera derrota de su ídolo en un Masters 1.000 desde marzo del 2018, cuando el serbio cayó en Miami ante el francés Benoit Paire. Además, Dadidovich se convirtió en el tercer jugador que derrota a Djokovic en su debut en Montecarlo. Antes lo consiguieron Roger Federer (2006) y Jiri Vesely (2016).
Como si fuera poco, el joven tenista ha mejorado su récord a 2-12 contra el Top 10 mundial. La única victoria que antes había logrado ante un competidor rankeado entre los 10 primeros sucedió en el 2021 contra Matteo Berretti, justamente en Montecarlo. Ahora, en la misma tierra batida, ha vuelto a explotar sus virtudes y se tumbó al número uno del mundo.
“Esta victoria es muy especial para mí. Crecí viendo a Novak y soy un gran seguidor suyo (:..) Me fijo en él en cada torneo, en cada partido. Aquí en Montecarlo, con la grada llena, ante el No. 1, he disfrutado cada momento y me siento muy feliz”, declaró el joven tenista rebosando de alegría.
El heredero de Nadal que ganó un Wimbledon
El inicio de las andanzas de Alejandro Davidovich en el mundo del tenis fue bastante prometedor. Toda la atención estuvo puesta sobre él, cuando en el 2017 sorprendió a todos ganando el glorioso título de la categoría júnior de Wimbledon, sin haber concedido sets en todo el desarrollo del torneo.
El joven malagueño apenas tenía 18 años y una gran ambición recorría sus venas. Para concretar su hazaña en Londres, tuvo que derrotar en la final 7-6 y 6-3 al argentino Áxel Geller. Y de esa forma rompió una negativa y extensa racha de 50 años sin que un español ganara dicho Grand Slam de la categoría.
Desde entonces, Davidovich ha sido señalado constantemente como uno de los herederos al trono de Rafael Nadal en el tenis español. Las expectativas siempre han estado a tope. Sin embargo, habiendo acabado su carrera júnior como número dos del mundo, su aventura en el circuito de los ‘mayores’ no ha sido tan buena como esperaba.
Hasta el momento, solo ha conquistado dos títulos ATP Challenger en el 2019 (Sevilla y Liuzhou) y, al año siguiente, también ganó el trofeo de Santiago en la modalidad dobles junto a su compatriota Roberto Carballés. Asimismo, su mejor posición en el ránking la consiguió en agosto del 2021, ocupando el lugar 32.
Sus primeros años están siendo bastante difíciles, pero poco a poco está encontrando mayor comodidad en su juego. De hecho, no hay dudas de que Davidovich tenga un gran potencial; sin embargo, sus constantes errores en la pista -frecuentes en un novato- le suelen costar demasiado caro.
Ahora bien, en el 2021 el malagueño consiguió un total de 27 victorias, la mayor cantidad de su carrera. Y es que justamente la temporada pasada protagonizó una gran mejora, especialmente en tierra batida: alcanzó las ‘semis’ en Estoril, los ‘cuartos’ en Montecarlo, ‘octavos’ en Roma y los cuartos en nada menos que Roland Garros.
Después de su gran rendimiento en el Grand Slam donde reina Nadal, Alejandro Davidovich cumplió uno de sus sueños: representar a España en unos Juegos Olímpicos. El malagueño fue convocado por la delegación española para competir en Tokio 2020 y, durante los meses previos, entrenó con ‘Rafa’ en su academia, donde aprendió mucho.
“Entrenar con él, estar con Rafa en pista… Nunca habíamos coincidido en el circuito y estoy superagradecido. La intensidad que pone en cada bola y en cada entreno es increíble, he sido una esponja para intentar absorberlo todo”, declaró el tenista de 22 años en una entrevista con El Confidencial.
Y, a fin de cuentas, ese aprendizaje está dando sus frutos. Ante Djokovic, Alejandro Davidovich demostró su gran ímpetu y lucha insaciable: no dudó en revolcarse sobre el polvo de ladrillo para salvar puntos. El resultado final fue positivo.
La temporada 2022 del malagueño había comenzado muy irregular, pero siempre hay tiempo para enderezar el rumbo. Y eso es lo que está buscando Davidovich. El triunfo ante su ídolo, número uno del mundo, es solo un paso más en su carrera. Ahora tendrá que continuar su camino en Montecarlo. Ya está en octavos de final y va por más.
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