Para Juan Pablo, su majestad siempre será Roger Federer, pero su espejo es Rafael Nadal por ese gen competitivo que intenta imitar. Varillas hoy es nuestra raqueta número uno, el tenista que, a sus 25 años, ve que sus decisiones, como la de retirarse de la universidad sin avisarle a sus padres para dedicarse al tenis, ahora dan sus frutos.
“¿Qué debe pasar para que Juan Pablo llegue al Top 100?”, es la pregunta que nos hemos hecho en el último año y hoy la respuesta es casi concreta. Varillas está a cuatro puestos -debe ser 104 tras las ‘semis’ del Challenger de Buenos Aires 2- de sumarse a esa élite del tenis en la que el Perú apenas ha estado con apenas cuatro representantes, en una lista que hoy supera lo más de dos mil tenistas.