En el que será con toda probabilidad su último Abierto de Estados Unidos, Serena Williams está decidida a pelear con todo en cada partido y lo demostró este miércoles con una espectacular victoria por 7-6(4), 2-6 y 6-2 ante la estonia Anett Kontaveit, número dos del ranking WTA.
A sus 40 años y con 23 'grandes' brillando en sus vitrinas, Serena sigue dando muestra de su incansable espíritu competitivo y retrasó el adiós al tenis que anunció semanas antes del comienzo del Abierto estadounidense, sugiriendo que sería tras este torneo.
De momento, Serena celebró su victoria número 367 en un 'grande' confirmándose intratable en las rondas iniciales de estos torneos, en los que solo cayó dos veces en su larga y exitosa carrera, contra su hermana Venus en 1998 en Australia y ante la española Garbiñe Muguruza en Roland Garros 2014.
Match point, Williams. pic.twitter.com/Sbsu3Sj3WE
— US Open Tennis (@usopen) September 1, 2022
La leyenda estadounidense se enfrentará este viernes en la tercera ronda a la australiana Ajla Tomljanovic.
SERENA GOLPEA PRIMERO, KONTAVEIT RESPONDE
Apoyada en cada punto por el público, Serena aprovechó su sexta oportunidad de rotura para ponerse por delante 5-4, pero entregó su servicio a continuación, con doble falta en el último punto, y tuvo que pasar por el desempate para poder tomar ventaja.
Bajo a atenta mirada de su hermana Venus, disputó un desempate excelente, apoyada por un saque ganador que le dio el 7-4.
Sin embargo, Kontaveit tuvo una reacción de orgullo inmediata y arrancó el segundo parcial como un tiro, al romper el saque de Serena a cero y al escaparse con facilidad hacia el 3-0, para abrirse el camino hacia un duro 6-2 que igualaba el duelo y forzaba el set decisivo.
The twirl continues. The career continues.#Serena | #USOpen pic.twitter.com/O4f5h9zgpv
— US Open Tennis (@usopen) September 1, 2022
LA BATALLA, EL HÁBITAT DE SERENA
Se abrió una batalla y Serena sacó su alma competitiva, se encomendó a su servicio y agredió al resto para lograr, en su tercera bola de rotura, el 'break' para colocarse 2-0 arriba.
El público, volcado con ella, hasta empezaba a abuchear a Kontaveit y cuando Serena se dio cuenta intervino haciendo vistosos gestos con una mano pidiendo que pararan.
Había tomado el mando a nivel anímico Serena y, pese a entregar su servicio en el tercer juego, siguió mordiendo y consiguió un nuevo quiebre para ponerse por delante 4-1 y abrirse el camino hacia el definitivo 6-2.
MGC