Juan Pablo Varillas y el desafío más importante con la historia: enfrentar a Djokovic en Roland Garros

Cuando las piernas ya no den en la cancha 14 del complejo parisino, respira hondo, mira alrededor -o si quieres cierra los ojos-, siente la energía de decenas de peruanos que alientan sin parar, que cantan contra todos y ante la bulliciosa barra polaca y que están contigo. Que te alentarán hasta el final y si es posible, si acaso existiese y fuese cierta esa premisa de que la hinchada también juega, te darán ese empujoncito necesario para batir a ese desafío enorme. Así mida casi dos metros. Juan Pablo Varillas derrotó a Hubert Hurkacz en cinco sets y avanzó a la cuarta ronda de Roland Garros.

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Y ahora descubres que es real. Que ganaste el lunes, el miércoles y viernes y te metiste a la segunda semana de competencia del torneo. Si primero fue una victoria clave ante la promesa china Shang, luego vino otra maratónica victoria ante Bautista Agut (sembrado #19 del torneo). Aunque los calambres asomaban, seguiste allí, jugaste dobles el jueves y aunque el resultado no fue el esperado, diste todo junto a tu compañero, el brasileño Monteiro. El viernes tocaba otra vez función estelar. Hubert Hurkacz, un polaco que supo estar entre los 10 primeros del ránking hace un par de años. Y allí, otra vez, Juan Pablo Varillas. Para decir que Perú vuelve a la élite, para volver a hacernos soñar.

Fue una batalla de más de tres horas en las que el peruano pudo darle vuelta a un marcador adverso (una vez más) y salir airoso. No importaba la derecha infernal de tu rival, sus casi 2 metros de altura y ese primer servicio que salía como un misil. En cada devolución, de derecha o de revés, ‘Juanpi’ pudo tomarle la mano al polaco y empezar a competir. Primero cayó 6-3, luego devolvió el marcador en el segundo set. Se impuso en un tie-break con solvencia para ganar el tercero y luego, cuando parecía que Hurkacz volvía al partido llevándose el cuarto set, fue Juanpi otra vez quien tomó la iniciativa para quebrar el servicio del polaco, en un juego clave del quinto set. Un quiebre cuando estaba ‘Juanpi’ iba 5-2 arriba y con el sacando le permitió llevarse la victoria en casi 4 horas de partido.

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Fue Varillas y su solvencia de fondo de cancha, fue su derecha que también pudo ser infernal y una daga en Hurkacz, fue la gente peruana que le ganaba la batalla a los polacos en las tribunas, fuimos todos, los que esperamos que el partido arranque 9 de la mañana, o 10, u 11, y cada minuto de espera valió la pena.

Ahora, la cita más importante contra el rival más grande: 22 títulos de Grand Slam, 38 Mastees 1000 y decenas de más trofeos aún. El escollo ahora es Novak Djokovic y supone el partido más importante en la historia del tenis peruano. ¿Que Varillas ya cumplió? Sí, y hace rato, y este 2023 será inolvidable por todo lo que viene logrando -y lo que falta-. Pero por qué creer que todo acabará mañana cuando ante cada adversario que parecía imbatible, apareció ‘Juanpi’ y lo derrotó. Mañana Varillas tiene una cita con la historia. Y esa historia podría ser la más bonita de todas. ¡Con todo, Juan Pablo!