El sentir de una nación iba y venía en cada rally point, las emociones crecían en cada drive y se desvanecían con los errores no forzados. Ignacio Buse dio batalla en cada momento e hizo que Perú vea tenis un domingo por la noche y tenga esperanza hasta el último game.
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Lamentablemente, pese al enorme esfuerzo, Perú solo rozó la gloria. El cuadro Bicolor cayó 3-2 ante Chile y quedó a puertas de Las Finales de la Copa Davis. Y esta vez estuvimos más cerca que nunca. Porque tras el 1-1 del sábado, la dupla de los hermanos Huertas del Pino nos puso 2-1 arriba y nadie nos quitaba el sueño.
Pero sí, apareció un Nicolás Jarry para aprovechar el mal momento de Varillas y superarlo sin problemas por 6-2 y 6-4. Y luego llegó el momento de Tabilo, quien tuvo que luchar para superar a la grata sorpresa llamada Ignacio Buse para vencerlo por 2-6, 6-3 y 6-2.
Llevar la serie al quinto partido era impensado en la previa. Chile con sus tres tenistas top 100 se presentaban como claros favoritos, pero si antes Varillas nos supo liderar, esta vez fue Buse quien nos mantuvo en la serie. Su victoria ante el top 20 Jarry del sábado y llegar hasta el tercer set el cruce con Tabilo hablan de una rápida evolución del tenista peruano de 19 años.
Apenas el año pasado nos regalaba una final de dobles juniors en Roland Garros, junto a Gonzalo Bueno. Este año, ya ambos son piezas claves en el equipo de la Davis.
Claridad de Lucho Horna también para la toma de decisiones. Apostó por Buse y no defraudó en juego. Eligió a los Huertas del Pino y solventaron su punto.
Un equipo con dos jugadores de 19 (Bueno y Buse), dos de 28 (Varillas y Conner) y uno de 30 (Arklon), dicta que Perú tiene mucho techo, tanto en el circuito sea ATP o Challenger, como en la misma Copa Davis.
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