Málaga, 18 nov (EFE).- Fue en Brno, una ciudad ubicada a 205 kilómetros de Praga, un fin de semana de febrero, en pleno invierno, en una pista cubierta instaurada en el Brno Exhibition Center, en una eliminatoria de Copa Davis, de primera ronda, donde Rafael Nadal, con solo 17 años, con limitada repercusión y sin título alguno a sus espaldas, empezó a forjar su brillante historia como profesional.
Era el conocido como G-3, formado por Jordi Arrese, Juan Avendaño y Josep Perlas, la terna que ejercía como seleccionador, la responsable de convocar a cuatro jugadores para iniciar el periplo competitivo otra temporada en busca de la segunda Ensaladera de su historia tras la lograda en el 2000, hasta ese momento la única que resaltaba en las vitrinas del tenis español.
Poco tenía que ver la competición de entonces con el formato actual, adoptado hace unos pocos años. Entonces el camino era a base de eliminatorias, en casa o fuera según la condición que hubieras tenido en el último enfrentamiento con esa misma selección.
España ejerció de visitante. Y la Armada no conseguía un triunfo como foráneo desde en 1999 en Nueva Zelanda. Y acudió a la cita con un equipo de circunstancias. Sin Juan Carlos Ferrero ni Carlos Moyá, principales referentes en esos momentos, ni Albert Costa, que afrontaba la recta final de su carrera, la apuesta de los capitanes giraba en torneo a Tommy Robredo, el mejor clasificado, junto a un joven Feliciano López, experto en pistas rápidas además de hierba, y Alberto ‘Beto’ Martín.
La convocatoria de un tal Rafael Nadal, de 17 años, sin experiencia alguna, fue la gran novedad. Debutante pero osado, con desparpajo, atrevido y ganador ya en ese momento, acudió, teóricamente, para formar parte del dobles junto a Robredo.
Especialmente Arrese tenía una fe ciega en el joven de Manacor que acudió a la cita entusiasmado, feliz simplemente por ser integrante de la selección y dispuesto a lo que consideraran los capitanes. Poco después Arrese, con gran seguridad, aventuró que el tenis español estaba ante un futuro “número uno”. No se equivocó.
Lejos de quedar relegado al dobles, Nadal salió a escena a disputar el primer choque individual, contra el número uno checo Jiri Novak. La apuesta de los capitanes fue firme. Perdió en tres sets. Desde entonces, el ganador de veintidós Grand Slam no ha vuelto a perder un encuentro de individuales en la Copa Davis. Ganó todos los demás.
Tommy Robredo, sin embargo, elegido como la baza principal para los individuales, ganó su partido, contra Radek Stepanek en cuatro sets e igualó el enfrentamiento que el conjunto local volvió a poner de su lado gracias al punto de dobles. Nadal y Robredo cayeron sin paliativos frente a Jiri Novak y Stepanek.
La República Checa se quedó a un punto de la clasificación y España sin margen de error. Pero la leyenda del balear empezó a nacer. Feliciano López ocupó el lugar de Robredo y asumió la responsabilidad del cuarto punto con la urgencia de ganar. El toledano, actual director de las Finales de la Copa Davis, se enfrentó a Tomas Berdych que, inesperadamente, ocupó el puesto previsto para Jiri Novak. Y empezó a cambiar todo.
Feliciano López ganó al checo y el triunfo quedó en manos del balear. En su salsa, crecido, con diecisiete años y toda la ambición para comerse el mundo, Rafael Nadal jugó el primer partido decisivo de su carrera. Se impuso a Stepanek en tres sets, acabó con el maleficio de la Armada como visitante y clasificó a España para los cuartos de final de la Copa Davis que ese año ganó por primera vez y España por segunda. En Sevilla, frente a Estados Unidos.
Fue, con 18 años y 107 días, el ganador más joven de la Copa Davis.
Fue el inicio de una leyenda y de un ciclo glorioso para él y para la selección en esta competición. Rafael Nadal conquistó después las de 2008 contra Argentina en Mar del Plata, aunque no disputó la final por lesión, en el 2009, en Barcelona contra la República Checa, en el 2011, ante Argentina, en Sevilla y en el 2019, ante Canadá, en Madrid.
La presencia del balear en el equipo español decayó en los últimos años; por los contratiempos físicos y por los ajustes del calendario. Pero siempre le motivó y lo priorizó. Su deseo de ser olímpico, con España, y de formar parte de esta última aventura, como profesional, con los colores de la roja, en su país y ante su gente.
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- Palmarés de Nadal en la Copa Davis
El palmarés de Rafael Nadal en la Copa Davis
Rafael Nadal ha ganado la Copa Davis cinco veces con España: 2004, 2008, 2009, 2011 y 2019.
2004: Se convirtió en el jugador más joven en ganar la Copa Davis, con 18 años. Fue el año de su debut y fue fundamental para que España ganara el título. En la final contra Estados Unidos, los capitanes del conocido como G 3 apostaron por el balear en detrimento de Juan Carlos Ferrero. No falló Nadal que ganó a Andy Roddick en el segundo partido. España ganó la final 3-2.
2008: Nadal disputó las eliminatorias y llevó a España a la final que no jugó por una lesión. Fue la que acogió Mar del Plata y España, de la mano de Feliciano López, David Ferrer, Marcel Granollers y Fernando Verdasco, sobre todo, ganó a domicilio a Argentina. A pesar de que no participó en la final, está considerado como campeón por jugar las eliminatorias.
2009: Nadal volvió a ser clave en el título y formó parte del equipo de la final junto a David Ferrer, Fernando Verdasco y Feliciano López con un incontestable triunfo por 5-0 ante la República Checa. Fue el cuarto título de España y el tercero del balear.
2011: Nadal fue el artífice del triunfo en la final contra Argentina. Ganó a Juan Martín del Potro en un épico partido a cinco sets. Su victoria aseguró el quinto título de España con un marcador global de 3-1 en La Cartuja de Sevilla.
2019: Fue la primera edición con el nuevo formato, con el actual. Se disputó en Madrid la fase final. Nadal lideró a España durante todo el torneo y fue decisivo, igual que Roberto Bautista, tanto en individuales como en dobles. En la final, España venció a Canadá 2-0, y Nadal ganó todos los partidos que jugó en el torneo.
Santiago Aparicio