Roger Federer no logró su propósito cuando intentó aliviar la frustración de su amigo Stan Wawrinka después de derrotarlo en la final del Abierto de Indian Wells el domingo.
Visiblemente perturbado por la derrota, Wawrinka se sensibilizó al tomar la palabra en la entrega de premios y Federer empezó a reírse.
"Quiero felicitar a Roger", dijo Wawrinka, mirando hacia su compatriota suizo y amigo. "Ahí está él, riéndose. Es un pendejo, pero está bien".
Acto seguido Wawrinka se secó los ojos, que se le habían aguado, y se disculpó ante el público, diciendo que estaba cansado y dolido por la derrota.
Federer explicó que su intención fue alentar de algún modo a su amigo.
"No quería que cuando me viese, encontrase una cara de circunstancia, triste", expresó. "Fue como decirle que no se amargase, que todo estaba bien. Por eso me reí, para distraerlo".
Posteriormente se le preguntó al multicampeón si era la primera vez que le decían algo así, y Federer respondió que no. Que se lo han dicho "muchas, muchas veces", generalmente en broma.
"Por eso lo tomo como un elogio", indicó. "Cuando no hay cámaras alrededor, me dicen algunas cosas. De hecho, ocurre con bastante frecuencia. Aunque esta fue la primera vez que me lo dijeron en la cancha".