El estadio Moses Mabhida de Durban, Sudáfrica, se convirtió en un atractivo turístico en 2011, pues lejos de contar con espectáculos deportivos, en él se instaló el columpio más alto del mundo y el ingreso a él tiene un costo de 50 dólares.
Este escenario recibió siete partidos del Mundial de 2010, cinco de la fase de grupos, uno de octavos de final y uno de semifinal y hoy recibe a visitantes que se atreven a saltar desde la parte más alta del inmueble hasta el terreno de juego.
Las inversiones realizadas en Sudáfrica por la organización de la Copa del Mundo tuvieron consecuencias, pues se construyeron estadios en zonas que no contaban con equipos de futbol, por lo que diversas instalaciones están abandonadas.