Pasaron 92,14 kilómetros en la carrera Wings for Life, celebrada en todo el mundo, antes de que el Catcher Car diera alcance al atleta Aron Anderson en la edición realizada en las calles de Dubai.
El deportista sueco acababa de romper un récord del mundo, superando por amplio margen los 88,44 km establecidos el año pasado.
Anderson, que además destaca en el montañismo, logró esta gesta con el impulso de sus manos, pues realizó el recorrido de esta carrera sin meta a bordo de su silla de ruedas, colaborando de esta forma al tratamiento e investigación de lesiones en la médula espinal.
El propio Aron vivió en carne propia el dolor de perder la movilidad de sus pies tras una operación por el tratamiento de un tumor en la espalda. Así lo recordó al término de su participación en el evento.
"Hace siete años me diagnosticaron un tumor y me sometí a una cirugía en la espalda y terminé en una silla de ruedas", dijo al portal italiano Corriere Dello Sport.
El atleta europeo reconoce que la vida en una silla de ruedas no es fácil y espera el día en que pueda volver a caminar.
"No es fácil vivir en una silla de ruedas. No sé si alguna vez puedo volver a caminar un día, pero sería un hermoso sueño", confió.