El fútbol se opaca cuando surge la violencia entre los hinchas. Eso sucedió este miércoles en el Clásico entre Deportivo Cali y América de Cali en el Estadio Olímpico Pascual Guerrero. Los fanáticos de ambos equipos ingresaron al campo y se enfrentaron generando el terror en Colombia.
En la previa del partido se habían presentado disturbios en las calles de la ciudad colombiana y, pese a ello, la Policía aceptó que el encuentro se juegue. Las consecuencias llegaron en pleno escenario tras la victoria por 1-0 del cuadro local. Luego del hecho, el alcalde de Cali se pronunció.
"El fútbol no puede ser sino un deporte y no un medio de violencia. Si la violencia sigue en el fútbol yo, como alcalde de Cali, lo voy a prohibir", expresó Maurice Armitage este jueves. La batalla campal dejó aproximadamente 30 personas heridas y 85 detenidos.