(Bloomberg) Cinco días antes de la apertura de la mayor ventana de operaciones de fútbol, las autoridades chinas anunciaron una regla sin precedentes que obligaría a los equipos a pagar el doble por los nuevos jugadores.
La medida llega en medio de una serie de gastos por equipos respaldados por grandes empresas privadas y estatales que han respondido a la llamada del presidente chino Xi Jinping de crear una economía del deporte de US$ 740,000 millones para 2025.
Los clubes que gastan más de 45 millones de yuanes (US$ 6.6 millones) en jugadores extranjeros – muy por debajo del precio de la mayoría de estas nuevas contrataciones – o 20 millones de yuanes en fichajes nacionales tendrán que pagar una cantidad equivalente para un fondo nacional de desarrollo de fútbol.
Para transferencias más baratas, los pagos se harían a los programas de desarrollo juvenil de los propios clubes.
China ha surgido como el mayor inversor en el fútbol mundial, comprando equipos extranjeros grandes y pequeños, medios de comunicación especializados en deportes y construyendo enormes academias de capacitación en todo el país.
Las compras más llamativas han incluido el reclutamiento de jugadores y entrenadores latinoamericanos y europeos de alto perfil con salarios muy superiores de lo que podrían ganar en otros lugares.
El quinto país que más gasta
Las normas se establecieron “para limitar la tendencia de los clubes de fútbol profesional que buscan rendimientos a corto plazo y la introducción de jugadores a precios altos”, dijo el CFA.
La nación asiática fue la quinta que más gastó en jugadores en 2016, tan solo por debajo de Inglaterra, España, Alemania e Italia.
Es probable que el cambio en las reglas afecte a la mayoría de los clubes chinos de la Súper Liga, si no es que a todos, que en 2016 tuvieron un ingreso combinado de 1,500 millones de yuanes, según la agencia estatal de noticias Xinhua.
Esos ingresos son mucho menores que los US$ 450 millones gastados en la contratación de talento extranjero.
Las nuevas regulaciones también estipulan que debe haber por lo menos tantos jugadores chinos de menos de 23 años como el número de extranjeros, hasta un máximo de tres fichajes de extranjeros.
Mads Davidsen, el director técnico de Shanghai SIPG, el segundo equipo de la liga, dijo que las reglas pueden resultar contraproducentes para mejorar las habilidades de los jóvenes jugadores locales porque ya no pueden enfrentarse a los mejores oponentes posibles.
“Comprendo el objetivo, pero no las herramientas”, dijo en una conferencia la semana pasada.
Shanghai SIPG es uno de los equipos que más han gastado. En enero sorprendió cuando pagó al campeón inglés Chelsea US$ 75 millones por el centrocampista de reserva Oscar seis meses después de romper el anterior récord de transferencias de China al contratar al delantero brasileño Hulk.