El Resistencia Sport Club, de la Segunda División del fútbol paraguayo, tiene uno de los socios más fanático, extravagante y original del mundo al que acaban de nombrar socio de honor.
Es un Tajy, un viejo árbol de casi 20 años de edad, que este domingo recibió el carné, una placa y una camiseta del Resistencia Sport Club, en el marco de los actos preparatorios del centenario de la institución, que se celebrará el 27 de diciembre.
El Tajy nació y creció en un espacio que ahora ocupa una de las tribunas del modesto estadio, cuya capacidad fue ampliada para albergar a 6 mil espectadores.
"La opción era no hacer la tribuna o hacerla y cortar el árbol. Pero optamos por la obra conservando ese símbolo natural", dijo a dpa Roberto Garcete, el presidente de Resistencia.
Garcete agregó que se decidió el homenaje al lapacho porque "representa mucho" para todos los seguidores del club y los habitantes del barrio La Chacarita, en la periferia de Asunción, la capital del país.
"Nos sentimos muy identificados, porque el árbol es duro y noble, como nosotros los chacariteños", agregó el dirigente y destacó el esfuerzo de todos los vecinos y amantes del fútbol para llevar adelante la iniciativa.
El barrio La Chacarita empezó a formarse en la primera mitad del siglo XVIII con gente que se dedicó a la agricultura, a pesar que el suelo no es muy favorable para el cultivo.
Es uno de los barrios más antiguos de Asunción y también está entre los que enfrenta los mayores problemas de seguridad de la capital paraguaya, de acuerdo a un relevamiento efectuado por la Organización No Gubernamental País Seguro.
"Somos gente humilde todos. De una zona marginal, pero no nos sentimos marginados", precisó Garcete e informó que para las obras se reunieron fondos solidariamente, los que se sumaron a los aportes habituales de la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF).
"El lapacho es un hincha que siempre da oxígeno a sus pares hinchas cuando más lo necesitan", comentó Camilo Guanes de la agencia de publicidad Oniria/TBWA, que también colaboró con la fiesta.
La empresa agrícola y forestal Payco se sumó a la celebración y donó 1.500 árboles para ser plantados en la zona con el argumento de que el fútbol suele ser un colaborador muy potente para instalar en las conciencias la responsabilidad de todos sobre el ambiente.
La pasión del fútbol trasciende fronteras, idiomas y ahora especies, con el árbol paraguayo que se ha mantenido firme en la tribuna del estadio de Resistencia, llueve, truene o se registren temperaturas superiores a 40 grados, como es habitual en Paraguay.
El extravagante socio estrenó su nueva condición este domingo en una fiesta que culminó con la victoria de Resistencia sobre Liberación por 3-2, alimentando las ilusiones de ascender a la Primera División, a fin de año.