El Paris Saint Germain ha dado el golpe del verano con el fichaje de Neymar. El internacional brasileño, que dará un notable salto de calidad a la plantilla dirigida por Unai Emery y, de paso, disparará la popularidad de los galos a nivel comercial y mediático, se convirtió hace apenas unos días en el fichaje más caro de la historia merced a los 222 M€ que fueron necesarios para cerrar su fichaje.
Este notable gasto obligará ahora a la escuadra gala a cerrar una serie de salidas antes del 31 de agosto. El motivo no es otro que la necesidad de equilibrar gastos e ingresos y de este modo no tener problemas relativos al Fair Play financiero, posibilidad de la que se ha venido hablando largo y tendido durante las últimas semanas.
Conscientes de esta posibilidad, distintos conjuntos se han movido con el claro objetivo de aprovechar la tesitura y llevarse algunas piezas a cambio de una cantidad no demasiado elevada. Clara muestra es la información publicada por Corriere dello Sport, fuente según la cual la Fiorentina ha movido ficha para hacerse lo antes posible con el fichaje de un Jesé Rodríguez que no fue convocado por Emery para el primer partido de Ligue 1.
Otro de los que quiere pescar en Paris es el Inter de Milán. Y es que después de lanzarse por Ángel Di Maria y Julian Draxler la escuadra nerazzurra ha puesto ahora en el punto de mira al prometedor zaguero Presnel Kimpembe. Sin embargo, en este caso los galos no quieren negociar por el talento de 21 años.