Para algunos jugadores ocasionales, armar el cubo Rubik en unos minutos puede ser visto como una curiosa proeza en una reunión de amigos. Para Patrick Ponce, un estadounidense hijo de mendocinos, sólo basta unos 4,69 segundos para completar las caras seis caras de colores, una marca que lo posiciona como el competidor más veloz de acuerdo a la World Cube Association.
"No creo que vaya a poder superar mi propia marca. Es muy difícil, es un cuestión de suerte que te toque una mezcla fácil", dijo Ponce, de 15 años, en declaraciones al sitio Los Andes tras la competencia que se llevó a cabo en Virginia, Estados Unidos.
Sus padres, oriundos de Guaymallén, Mendoza, se establecieron en Estados Unidos en 2000, donde nació Patrick. Su pasión por resolver cubos Rubik comenzó hace cinco años, cuando una prima suya le mostró el juego y, desde entonces, perfeccionó su técnica tras ver en YouTube los videos de las competencias.
Hace dos años las marcas comenzaron a ubicarse por debajo de los cinco segundos, cuando Lucas Etter logró resolver el cubo en 4,904 segundos. Luego siguió Mats Valk, con 4,74, mientras que el record que batió Ponce estaba en manos de Feliks Zemdegs, que había registrado 4,74 segundos.
Con más de cuatro décadas de vida, el cubo Rubik fue creado por el escultor húngaro Ernö Rubik. Existen diferentes versiones, de acuerdo a las piezas que tiene cada una de sus caras.
Menos de un segundo
Aunque el récord de los humanos que resuelven cubos mágicos es superado por décimas o centésimas de segundo todos los años, los robots llevan la delantera en esta tarea.
La última marca registrada fue alcanzada por el robot Sub1 Reloaded, equipado con un procesador Infineon que le permitió completar todas sus caras en sólo 0,637 segundos. El dispositivo está equipado con cámaras y sensores que interpretan y ejecutan las posibles combinaciones que deben realizar seis brazos mecánicos para ejecutar con precisión los 21 movimientos utilizados para completar la tarea.