Practicar el futbol americano antes de los 12 años puede tener un impacto en el comportamiento y el humor durante la edad adulta, según un estudio publicado este martes y realizado entre exjugadores.
Quienes empezaron a jugar a este deporte de niños tenían un mayor riesgo a los 51 años de sufrir depresión, apatía u otros problemas de comportamiento, según la investigación publicada en la revista científica Translational Psychiatry, que en cambio no lo relacionó con trastornos de la memoria ni de las capacidades intelectuales.
Esta exposición a temprana edad "puede tener consecuencias neuro-comportamentales a largo plazo", afirmaron sus autores.
Los jugadores más jóvenes, cuyo cerebro está en plena fase de "madurez", pueden recibir más de 200 impactos en la cabeza por temporada, subrayaron.
Sin embargo, no hallaron pruebas concluyentes de que los golpes repetidos en la cabeza causen ninguna de las "disfunciones" observadas en exjugadores en estudios anteriores, por lo que instaron a seguir investigando al respecto.
Varios expertos ajenos al estudio se mostraron también prudentes al respecto.
El informe "apunta a que estos jugadores sufrieron lesiones cerebrales de forma reiterada, pero no aporta ninguna prueba al respecto", indicó Michael Swash, experto en neurología de la London School of Medicine.
Además, no incluyó el examen de los cerebros de los 214 exjugadores participantes, basándose solo en sus respuestas a una encuesta por teléfono e internet.
Para David Reynolds, responsable científico del Alzheimer's Research UK, los deportes como el futbol americano contribuyen a llevar una vida sana y activa.
"Es importante que los hallazgos sobre los riesgos potenciales de cualquier deporte sean examinados con detalle, para que la gente pueda tomar decisiones (bien) informada sobre las actividades en las que se implica y en cómo minimizar los riesgos", dijo Reynolds en un comentario distribuido por el Science Media Centre.
En abril de 2016, un estudio indicó que el 43% de los exjugadores de futbol americano estudiados presentaban signos de lesiones cerebrales traumáticas.
La Liga Nacional de Futbol de Estados Unidos se halla bajo la lupa por los traumatismos cerebrales que ocurren en sus canchas.
En 2015, acordó pagar mil millones de dólares para poner fin a las miles de demandas de exjugadores con problemas neurológicos.