El futuro de Yannick Ferreira Carrasco se ha cargado de dudas. Hasta no hace mucho, su renovación con el Atlético de Madrid parecía una simple cuestión de tiempo, pero tras lo acontecido a lo largo de las últimas semanas ya no se descarta que la relación entre jugador y club pueda quedar rota antes de tiempo.
Detrás de este cambio de rumbo se esconden tanto las clásicas complicaciones derivadas de una negociación en la que la existe una gran diferencia entre lo que pide el atacante y lo que ofrece la directiva como el hecho de que la relación del atacante con el vestuario ha quedado algo dañada tras lo acontecido en el choque del pasado 18 de octubre ante el Qarabag, cuando el jugador abandonó el terreno andando pese a que a su equipo le urgía la victoria. «En aquel partido fue sustituido y el jugador abandonó el campo caminando, lo que le valió las críticas de la afición y también desde el propio vestuario, con el que ya había tenido algún enganchón», confirma el diario As.
Consciente de que esta situación puede dar pie a una brecha difícil de cerrar, uno de los clubes que nunca ha escondido su aprecio por el futbolista, el Chelsea, ha comenzado a mover ficha. Los londinenses ya valoraron su fichaje en el pasado y no descartan lanzar una nueva ofensiva si el escenario se vuelve propicio.
Lógicamente, habrá que esperar unos meses para constatar si las aguas vuelven a su cauce o si, por el contrario, el ambiente se vuelve irrespirable y la venta se antoja como una solución idónea. Además, también habrá que ver cómo reacciona al jugador tras el desembarco de Vitolo, futbolista que, en teoría, podría restarle protagonismo…