16/05/2024

Los mexicanos en el juego perfecto de Roy Halladay

Martes 07 de Noviembre del 2017

Los mexicanos en el juego perfecto de Roy Halladay

Solo 23 veces se ha tirado un juego perfecto en las Grandes Ligas y uno de los autores de este mágico momento fue Roy Halladay en el 2010.

Solo 23 veces se ha tirado un juego perfecto en las Grandes Ligas y uno de los autores de este mágico momento fue Roy Halladay en el 2010.

Solo 23 veces se ha tirado un juego perfecto en las Grandes Ligas y uno de los autores de este mágico momento fue Roy Halladay en el 2010. En ese encuentro en el que Roy sacó 27 outs en 27 bateadores enfrentados el mexicano Juan Gabriel Castro no solo fue testigo del logro sino que fue pieza importante en conseguirlo siendo el que sacó el último out de ese día, mientras tanto, Jorge Cantú estuvo del otro lado al ser dominado en sus tres presentaciones.

Ese histórico día, Filis de Filadelfia visitó a los Marlines de Florida y en los line ups que se presentaron estuvieron esos dos tricolores. A Castro le tocó la responsabilidad de cubrir la antesala ese día mientras que a Cantú apareció como cuarto en el orden al bat de los locales.

Castro apareció tres veces a la defensiva, tomando los batazos que le salieron y tirando perfectamente a la inicial. Sus intervenciones fueron en la segunda, octava y novena entrada. De hecho, al nacido en Los Mochis le tocó ser responsable del último out, cuando Ronny Paulino rodó entre tercera y short, a donde llegó el mexicano, dio una vuelta sobre su eje y tiró al guante del primera base, Ryan Howard. Al consumarse el juego perfecto, Castro fue uno de los primeros en llegar a festejar al centro del diamante con Halladay y el cátcher Carlos Ruiz.

En el trabajo que realizó Castro tuvo que emplearse a fondo para sacar el out en la octava tanda, siendo un batazo de Cantú al que tuvo que lanzarse para atrapar, tirando sin problema a la primera almohadilla.

Por su parte, Jorge enfrentó tres ocasiones a Halladay siendo dominado con ponche, rola a segunda y el rodado a la antesala.

Ese juego perfecto fue el número 20 en la historia de las Grandes Ligas, terminando con una pizarra de 1-0 para los Filis.

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