A Arsene Wenger no le ha quedado más remedio que aceptar lo inevitable. Aunque ha hecho todo lo posible por retenerle, el técnico del Arsenal ha asumido que la marcha del chileno Alexis Sánchez es ya una simple cuestión de tiempo y que a estas alturas parece más razonable impulsar la búsqueda de un recambio que seguir peleando su renovación.
Según cuenta hoy The Sun, en las últimas reuniones con la directiva, el alsaciano ya habría deslizado el nombre de dos jugadores que, a su juicio, podrían desarrollar una labor similar a la que viene actualmente despeñando el Niño Maravilla: el argelino Yacine Brahimi (Oporto, 27 años) y el marfileño Wilfried Zaha (Crystal Palace, 25).
Del norteafricano, un jugador que se ha paseado ya varias veces por la agenda de los gunners, gusta su versatilidad (puede actuar por ambos costados del ataque o como mediapunta), su experiencia acumulada y su notable golpeo de balón; mientras que del africano, por su parte, lo que llama la atención es su velocidad y verticalidad, dos cualidades que no pudo lucir en su efímero paso por el Manchester United, pero que han vuelto a salir a la luz tras su retorno a Selhurst Park.