En un partido muy peleado, Manchester City superó a Manchester United por 2-1. Además de quedarse con el clásico de la ciudad, los 'Citizens' se alejaron en la tabla de la Premier League y esto era motivo de celebración.
Pero tal parece que el júbilo entre cánticos y arengas que se formó en el vestuario del equipo de Pep Guardiola no le gustó nada a los locales en Old Trafford.
José Mourinho se acercó pidiendo más respeto y tacto en la victoria. Sin embargo, sus palabras no sentaron bien a Ederson, que entendió su portugués, y dio comienzo la disputa, según reporta el diario español "Marca".
El delantero belga de los 'Diablos Rojos' Lukaku lanzó un botellazo que impactó en un miembro del staff del Manchester City. Además, Mikel Arteta, asistente de Guardiola, terminó con la frente abierta. Incluso fue necesaria la presencia policial para controlar la situación.