No es el más conocido, ni el más talentoso, ni siquiera el jugador que acaba decidiendo los partidos. Además suele ser uno de los recitados normalmente cuando se habla de jugadores con opciones de cambiar de aires en el Manchester United. Sin embargo, Ashley Young sigue en las filas de los diablos rojos desde su llegada en 2011.
Fichado por 18 M€, ha mantenido regularidad en sus actuaciones con los distintos entrenadores que ha tenido. A sus 32 años sigue siendo pieza importante del combinado de Old Trafford, con el que suma 19 encuentros (2 goles), y en el que se ha asentado como pieza predilecta de José Mourinho, que no ha dudado en emplearlo en varias demarcaciones según sus necesidades.
Lo hemos visto como extremo, carrilero zurdo, o lateral diestro en este mismo ejercicio en las filas de los diablos rojos. No es un jugador brillante, pero su polivalencia siempre al servicio de su equipo hace que sea un jugador único para los intereses colectivos de su escuadra, y eso lo valora mucho su entrenador.
«Juega bien, sé lo que puede hacer para nosotros y todas las posiciones en las que puede ayudarnos. En esta etapa de su carrera tiene madurez y experiencia táctica, está jugando muy bien», admitía recientemente su entrenador. Hace algunos meses tuvo una importante oferta de China, y en verano se especuló con su posible salida a clubes como el Stoke City. Acaba contrato en junio pero existe la posibilidad de que lo estire por una temporada, y por eso el club mancuniano ya ha iniciado las negociaciones para ello.