¿Cómo está pasando las Navidades?
En familia, en Asteasu, como siempre. Es momento para estar con mi padre, que cumple 87 años, y con todos los míos. Son días para descansar.
¿Se puede desconectar?
Se debe. Descomprimir y coger energía es un ejercicio imprescindible de los entrenadores. Ser capaz de que te llenen otras cosas y de disfrutar de momentos tan especiales.
Lo necesitará, porque llega 2018 y con él el Mundial…
Sí, es un objetivo muy potente y bonito. Teníamos un reto cuando llegamos al cargo que era el de clasificarnos para Rusia y ahora lo que toca es preparar bien la fase final para llegar en condiciones.
A cualquier amante del fútbol la palabra Mundial le evoca muchas cosas, ¿cuál es su primer recuerdo de uno?
La final de Múnich, en el 74, entre Alemania y Holanda. El de Beckenbauer y Müller frente a la Naranja Mecánica. Yo tendría unos 7 u 8 años.
¡Qué equipo Holanda!
Sí, recuerdo que todos íbamos con Holanda porque nos apasionaba cómo jugaba, pero ganó Alemania. Luego ya me viene a la mente de manera más sólida el Mundial del 78: el 0-1 a Yugoslavia con el famoso gol de Rubén Cano, después la fase final con el no gol de Cardeñosa… Eso lo tengo fresco.
Usted ya vivió desde dentro un Mundial en el 94. ¿Tan especial es para el futbolista?
Por supuesto. Yo tuve la suerte de estar en el de EE UU. No era un país muy futbolero, ahora eso ha cambiado. Los campos estaban llenos, pero apenas iban estadounidenses. España tenía un gran equipo y nos quedamos fuera por detalles.
Ese partido de la nariz ensangrentada de Luis Enrique tras el codazo de Tassotti…
A nivel de fútbol considero que ese día ante Italia hicimos el mejor partido del Mundial, pero nos quedamos fuera por esos detalles de los que le hablaba. Detalles que nosotros no supimos manejar y los italianos sí. Fue una pena.
Quedan sólo seis meses, ¿nota ambiente de Mundial?
El día del sorteo en Moscú sí lo había, por ejemplo. Fueron cuatro días muy intensos y se notaba buena preparación. Un Mundial a lo grande, como aparentemente va a ser éste.
Finalmente la Selección se hospedará en Krasnodar.
Analizamos esta ciudad y fue la que más nos gustó. Nos encaja por sus facilidades para los entrenamientos. Eso es lo principal: que a nivel de instalaciones sea el lugar indicado para prepararnos bien. También pensamos en las distancias e incluso en los argumentos climatológicos.
Pero no es ciudad sede.
Entendemos que había cosas beneficiosas y en la balanza eso nos ha hecho decantarnos por Krasnodar. A nivel de agilidad de ciudad no ser sede puede resultar beneficioso.
¿Los amistosos de marzo medirán a La Roja? Los rivales son Alemania y parece que está cerrado Argentina.
Lo seguro es el partido contra Alemania, lo de Argentina aún no es seguro. Serán partidos exigentes y también nos servirán para la preparación y para ver a algún jugador.
Portugal, Irán y Marruecos. Habrá reflexionado mucho sobre el grupo mundialista. ¿Qué le parece una vez digerido?
No hay que poner adjetivos calificativos al grupo. Son tres rivales que conocemos bien. Para la gente Portugal será más conocida que los otros dos, pero para nosotros son todos iguales. De hecho, consideramos que Irán y Marruecos son los mejores de Asia y África.
Portugal parece la más potente, en todo caso.
Es la campeona de Europa y tiene un jugador de época como Cristiano. Le respalda una gran generación de jugadores por detrás. Portugal es un país con una gran cantera y con un excelente nivel de entrenadores. Su cultura táctica es muy rica. Posee por eso la capacidad de ponerse distintos disfraces futbolísticos. Puede llevar el control del partido o esperar y ser fuerte en la transición.
“Jugador de época”, dice de Cristiano. Y probablemente ante su último Mundial.
Es uno de los mejores jugadores de la historia, no hay duda. Tiene una ambición que le mueve en todos los sentidos y no ha bajado nunca en su intensidad y voracidad. Eso no se regala. Ha entrado en la historia a base de goles y de ganar partidos decisivos en los máximos niveles. Sólo los elegidos pueden hacer eso.
¿Le preocupa que se tienda a menospreciar a Irán y Marruecos, los otros dos rivales?
Nosotros no podemos controlar lo que se diga o se haga. Irán ha perdido dos partidos de los últimos 38. Es organizado, físico, defensivamente eficaz y lleva seis años con los automatismos de un mismo entrenador. Marruecos también es difícil, sobre todo en estos momentos. Con el nuevo técnico ha recuperado la sensación de ser un equipo, además de tener buenos jugadores. Vamos a respetar a los rivales porque es un Mundial. De momento sólo nos hemos ganado el derecho a jugar tres partidos; ahora hay que ganarse el derecho a seguir jugando más. Hay que ir con humildad pero con ambición.
Ha pasado año y medio desde que llegó al cargo y lo que antes era pesimismo en torno a la Selección ha tornado en euforia. ¿Cómo vive eso un seleccionador nuevo?
Está claro que la gente te reconoce más, hay una responsabilidad clara que te transmiten por la calle, sobre todo en fechas de partidos… Es parte de este trabajo y hay que asumirla con naturalidad.
Por desgracia, en la Selección no todo es fútbol. Fue especialmente llamativa la forma en la que solventó la polémica en torno a Piqué con aquella rueda de prensa que usted organizó. ¿Ser seleccionador también tiene un componente diplomático?
El ruido exterior hay que saber gestionarlo. Aquel fue un día para priorizar responsabilidades. Los jugadores estuvieron fantásticamente bien. Sin su colaboración, no hay gestión posible. Ellos desde el primer momento han tenido un gran compromiso conmigo. Han sido apasionados en todo lo que han hecho, llevaran 150 partidos o llevaran uno. Esa pasión es algo que les exigimos. No sólo ser un gran equipo, ser también un gran grupo. En el Mundial vamos a tener que serlo.
¿Le preocupa que el asunto Piqué siga coleando?
Piqué siempre ha transmitido un gran compromiso y es un magnífico competidor. Nosotros le analizamos por lo que es, no por el ruido exterior que produce. Su comportamiento siempre ha sido sensacional.
¿Y la relación Piqué-Ramos?
De Ramos pienso igual. Es un capitán excelente y ha sabido interpretar siempre hacia dónde tiene que ir un capitán en situaciones conflictivas. Es más, ha salido reforzado de esas situaciones.
¿Le molesta que con la situación política del país se mezcle esto y Selección?
No nos debe marcar la agenda. Hay que entender lo que pasa en el exterior pero sin perder el paso. Claro que me gustaría que se hablara más de fútbol, pero no lo puedo controlar.
¿Qué tal es la relación con los entrenadores de clubes?
Con algunos hay más relación que con otros, pero tratamos de conocer siempre la opinión del entrenador que está día a día con el futbolista.
¿Cómo se elabora una lista como la del Mundial?
Con trabajo. Mi cuerpo técnico y yo nos dedicamos a trabajar entre ventana y ventana para estar listos cuando llegan los siguientes compromisos. Vemos jugadores in situ en el mayor número de partidos, lo que nos ayuda a tener el máximo de información. Conocemos su estado físico y mental. Nos preguntamos por qué alguien deja de jugar. Somos una Selección, pero queremos ser un equipo.
¿Cuántos partidos ven a lo largo de un fin de semana?
No hay un número exacto, porque viajamos al extranjero y depende de las distancias. Calculo que cada uno de los cuatro miembros del cuerpo técnico veremos unos tres o cuatro encuentros in situ por semana. Después, hacemos un reporte y lo ponemos en común.
¿Las lesiones, por ejemplo Thiago ahora -más las que vendrán-, son la mayor preocupación ante una cita como esta?
Seguramente la principal. Pedimos a 2018 que los jugadores posean salud y estén bien, para que tengamos la posibilidad de elegir entre todos los que hemos ido llamando.
En ese capítulo cobra especial importancia Iniesta.
Espero que llegue bien al Mundial. Es cierto que Andrés ha tenido algunas lesiones que le han impedido venir a veces, pero siempre que ha estado con nosotros ha demostrado un grandísimo rendimiento. Iniesta es un jugador vigente.
¿Coincide en que su mejor futbolista ha sido Silva?
Es otro que ha tenido siempre un rendimiento extraordinario y ha dado una sensación competitiva muy alta. Como juega fuera de España a veces se habla menos de él, pero es muy importante y es un líder del equipo. Como Busquets. Dentro del grupo hay muchos liderazgos diferentes.
En 2018 podrá recuperar a otro jugador al que sacó máximo partido: Diego Costa.
Siempre que ha estado bien ha venido con nosotros. Ahora que regresa volveremos a verle y a analizarle. Si entendemos que debe venir, vendrá.
Mariano está brillando en Lyon, ¿es seleccionable? ¿Y Lucas Hernández?
Mariano sí. Es español y seleccionable. Le hemos ido a ver y estamos pendientes de su evolución. En el caso de países sudamericanos sí hay una doble nacionalidad. En cuanto a otros jugadores, como el que menciona, la gente desconoce que no son seleccionables. Uno no puede ser francés y español; o italiano y español. Tiene que ser una cosa o la otra porque lo dice la Comunidad Económica Europea.
¿Usted es de los que se deja aconsejar?
Escuchas opiniones de todo el mundo, algunas con más interés que otras. Uno no puede dejar nunca de escuchar. Después, claro, uno tiene que llegar a su propia conclusión.
Muchas gracias. ¿Un deseo y un mensaje para 2018?
Que tenemos mucha ilusión por el Mundial, que vamos a trabajar para ser protagonistas en el torneo y que ojalá haya salud para todos. Vamos a prepararnos bien para disfrutar.