Apadrinado por el único medallista olímpico del Ecuador, Jefferson Pérez, el marchista David Hurtado recibió, simbólicamente, el legado del azuayo.
Para Pérez hubo algunas circunstancias que se juntaron para tomar el reto. “Llegó la empresa privada, BioSil, y me contactó a través de mi hermano, quien me dijo que existe la intención de hacer una campaña con David para transmitirle mi experiencia. Me pareció una idea genial y luego de conocer a él, a su entrenador, a su familia, me encuentro emocionado de apoyar a un deportista joven, que se levanta a las 04:00 a entrenar, estudia y los viernes llega a las 20:00 a dormir para ir a entrenar y ese modelo me pareció interesante”.
Pérez indicó que David representa a una nueva generación, a un grupo de deportistas ecuatorianos que están comprometidos con la nación.
De su parte, David, quiteño de 18 años, confesó que sus inicios como atleta fueron en el colegio Técnico Sucre, de Quito, y su ídolo desde pequeño fue el marchista cuencano.
En el 2013 se decidió por la marcha luego de ver una competencia de Pérez y su primera medalla fue de plata en un campeonato que hubo en Riobamba. Precisamente este evento fue selectivo para el Sudamericano en Mar del Plata, Argentina, donde ganó su primera medalla de oro para el país.
Actualmente, Hurtado es bicampeón Panamericano juvenil y posee cuatro récords nacionales en los 10 km, dos de ellos que estaban en poder de Jefferson Pérez, quien como consejo le dijo que no sienta presión y trabaje con mucha humildad. (D)