Algunos hinchas de Independiente, los más rígidos, no le perdonan todavía su accionar para poder cumplir su deseo de ser vendido al fútbol de los Estados Unidos. Sin embargo, antes de embarcar para recalar en el Atlanta United de la Major League Soccer, Ezequiel Barco tuvo un gesto que no muchos futbolistas estarían dispuestos a hacer hoy en día.
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El pibe de 18 años que fue la figura del Rojo en la final de la Copa Sudamericana ante Flamengo, con el gol del título (de penal) incluido, en el Maracaná decidió resignar parte del monto que le corresponde por la operación y donársela al club de Avellaneda.
Según le informaron a Clarín desde la dirigencia roja, serían alrededor de 800 mil dólares los que recibirá Independiente de parte de su joyita, al margen de los 15 millones que le ingresan de parte del Atlanta United (dirigido por Gerardo Martino) por la transacción final.
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¿Cuál será el uso que la Comisión Directiva presidida por Hugo Moyano le dará a la plata recibida por Barco? La idea ya está sobre la mesa: será destinada a la construcción de dos canchas de césped sintético en el predio de Villa Domínico. Allí, ya se encuentra en funcionamiento el centro de entrenamiento de la Primera División que fue donado en su momento por Gabriel Milito y Sergio Agüero.
Después de optar por no presentarse a los entrenamientos del equipo de Ariel Holan para forzar su salida, Barco ya logró conseguir su visa para viajar a Norteamérica y poder firmar su vínculo con su nuevo club, en donde tendrá la compañía argentina de Héctor Villalba y de Yamil Asad. Y al Diablo podría ingresarle más dinero la próxima temporada. Es que si Barquito logra ser goleador de la MLS, Independiente obtendrá un plus de 500 mil dólares. La misma cifra recaudará si el Atlanta United sale campeón.