Las Águilas de Filadelfia volvieron a casa, y lo hicieron con el trofeo Vince Lombardi entre sus manos. Después de imponerse a los Patriotas de Nueva Inglaterra en el US Bank Stadium de Minneapolis y ganar el Super Bowl LII, los Eagles llegaron a su ciudad para descansar y eventualmente celebrar el título con sus aficionados.
Jeffrey Lurie, dueño del equipo, y Doug Pederson, el head coach, fueron quienes descendieron del avión, seguidos por los jugadores y el staff que hicieron posible el primer campeonato de la escuadra desde 1960, época antes de la era del Súper Tazón.
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Ahí, grupos de seguidores esperaron con emoción al equipo, que tuvo una cálida bienvenida y aprovechó para enseñar el trofeo, para deleite de los fans que hicieron acto de presencia.
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Las actuales condiciones climatológicas en la ciudad de Filadelfia obligaron a que el desfile de campeones sea realizado este jueves 8 de febrero, además de algunos de los destrozos que ocurrieron en la ciudad tras la conquista del título.
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Con este triunfo, los Eagles evitaron que los Patriotas fueran bicampeones, así como que Tom Brady, el mariscal de campo de Nueva Inglaterra, se convirtiera en el primer jugador en la historia de la NFL en ganar seis Súper Tazones.