Sin cumplimiento de ofertas de pago por parte de la Ecuafútbol, el gremio arbitral vuelve “a levantar la voz de protesta” con el aviso de no presentarse a dirigir los partidos del campeonato nacional, previsto su inicio para la próxima semana.
Luis Muentes, presidente de los árbitros, señaló que la deuda “supera los $ 300.000”, un monto acumulado por facturas ingresadas del año pasado, que cerró también con la presión del gremio para no arbitrar las finales del 2017.
“La deuda de diciembre se cumplió bajo el mismo sistema, presionar para que nos paguen. Vemos que la Federación es indiferente a las necesidades de los árbitros porque esto se ha repetido en los últimos años, teniendo que reclamar para que nos pongan atención y nos cancelen lo ganado por nuestros compañeros”, dijo Muentes.
La nueva deuda se origina de pagos de los últimos juegos dirigidos en todas las categorías del balompié nacional. “Por cada partido nos obligan a presentar una factura y es de esa manera que se acumula esa deuda, que hoy la Federación no está cumpliendo”, indicó.
El pedido arbitral es claro y su postura definitiva, incluso con un requisito que impondrán para garantizar cumplimientos a futuro.
Muentes hizo hincapié en que esto “no es un chantaje a la Federación”, y que están preparados para iniciar el torneo previo pago de la deuda.
“Hasta el jueves debería notificar a los compañeros, y si no hay la cancelación informaré que no viajen”, señaló.
Muentes adelantó que para la nueva temporada, su gremio impondrá un requisito a la Federación, “una garantía de pago para no tener cada tres o cuatro meses que hacer públicas estas situaciones, nos da vergüenza pasar por esto”, finalizó. (D)