A inicios de febrero, la Fórmula 1 anunció una medida con la que buscan terminar con la cosificación de la mujer en sus eventos: retirar a las llamadas grid girls.
"Aunque la práctica de dar empleo a chicas en la parrilla ha sido un elemento básico en la Fórmula 1 durante décadas, creemos que esta costumbre no es acorde a nuestros valores y además va contra las normas sociales de hoy en día", informó en un comunicado.
"Recibí un montón de agresiones de mujeres por esto y de hombres también"
Esta decisión ha sido tan aplaudida por grupos feministas y sus simpatizantes, como reprobada por las mujeres que, en pleno uso del libre albedrío, decidían trabajar como edecanes, modelos o promotoras en las carreras de autos, y quienes ahora han comenzado una 'guerra' en contra de quienes apoyan su exclusión de estos eventos.
Mariana Geoffroy, una joven argentina de 25 años, fue una de las tantas mujeres que, a raíz de la medida adoptada por la Fórmula 1 y algunas competencias de ciclismo, perdió su trabajo como edecán en carreras de coches.
"El pasado fin de semana, fueron las carreras del TC 2000, en las cuales trabajo hace 4 años consecutivos; este año, particularmente, no me llamaron, porque la empresa que siempre me contrata se bajó. El motivo es por esta nueva ley que quieren sacar, para que no haya más promotoras por el supuesto pensamiento de las feministas, para ellas somos un objeto del hombre", dijo Mariana en entrevista con La Afición.
Geoffroy se volvió tendencia en Facebook a partir de una publicación en sus redes sociales, en la que expresó su molestia de "no poder ser libre de trabajar en lo que ella decida". Esto le valió reconocimiento por quienes comparten su punto de vista, pero también una lluvia de críticas que sobrepasaron el contexto de su petición.
"Voy a seguir en esta lucha, no sólo por mí, sino por mis compañeras"
"Si vistes como puta eres una puta"; "ojalá encuentren un trabajo más digno y en donde no tengan que exhibirse para tener dinero, aunque claro, a muchas mujeres les gusta exhibirse y así se sienten bien", fueron algunas de las respuestas que su publicación generó.
Al respecto, Mariana antepone su empleo habitual en donde brinda atención al cliente en un establecimiento, pues no vivía sólo de la promoción de marcas, y sentencia que juzgan este trabajo sin conocerlo.
"Yo tengo mi trabajo diario, que no es de promotora, pero siempre realizo promociones para diferentes marcas, las cuales, si este proyecto de excluirnos se aprueba, ya no voy a poder hacerlo más. Dicen que sólo mostramos el cuerpo y no tenemos nada en la cabeza y no es así, una promotora se capacita, tiene que estudiar dependiendo la marca que vendas, no es que solamente vamos, nos ponemos una ropa y estamos paraditas. Ellas hablan porque no conocen lo que es trabajar en esto", afirmó.
La originaria de Viedma, capital de la provincia de Río Negro, lamenta tener que dejar un trabajo que "me enseñó mucho y me ayudó a crecer como persona y en lo profesional", que además su réplica le ha costado varias amenazas a través de redes sociales y en las calles.
"Yo recibí un montón de agresiones de mujeres por esto y de hombres también. Recibí agresiones verbales en Facebook y en la calle, no me sorprendería que me quieran pegar o algo así. También recibí ofertas de gente muy desubicada, hay gente que lo hace y respeto su decisión, pero no es mi caso", compartió.
Mariana pide que también se juzgue "de la misma forma las modelos, conductoras de televisión, gimnastas, periodistas, bailarinas", quienes también suelen utilizar atuendos que, desde su punto de vista, "también son exhibicionistas".
La joven advierte que no se detendrá hasta regresar a trabajar en lo que tanto le gusta, pues como ella hay muchas jóvenes "que eligieron libremente este trabajo".
"Voy a seguir en esta lucha, no sólo por mí, sino por mis compañeras, que son muy jóvenes que recién están empezando en esto y es como que nos cortan las alas, porque nos dan muchas oportunidades para seguir creciendo profesionalmente y nos están quitando esta oportunidad", finalizó.