Durante el NFL Combine –un campamento previo al Draft donde van algunos prospectos universitarios para probar sus habilidades ante scouts de los 32 equipos- Shaquem Griffin fue uno de los jugadores que más ha llamado la atención.
El linebacker nació sin su mano izquierda, pero ni siquiera eso ha impedido que luche por jugar en un equipo profesional en Estados Unidos. Sin embargo, el camino no fue fácil. Shaquem sufrió de un síndrome de bandas amnióticas, un grupo de defectos congénitos que sucede cuando las hebras de un saco de líquido amniótico se enredan alrededor de partes del feto en el útero, lo cual impide que el bebé tenga un desarrollo normal y se presenten anormalidades.
Sin embargo, su hermano gemelo Shaquill no fue afectado por este síndrome. El dolor era constante en Shaquem, al punto que, cuando tenía cuatro años, trató de cortarse esa mano con un cuchillo. Su madre lo detuvo y lo tranquilizó. Un día después, el pequeño se sometió a cirugía para amputarle dicha extremidad mal formada.
¿Es Shaquem Griffin uno de los mejores prospectos tras el #NFLCombine? pic.twitter.com/Ja2G5n9imw
— NFL México (@nflmx) 5 de marzo de 2018
A pesar de esto, no se vio impedido para jugar futbol americano. Su hermano se negaba a aceptar la beca con la Universidad de Central Florida si no se la otorgaban también a su hermano. Esta presión le permitió a Shaquem ser jugador colegial e incluso ser un elemento clave, al conducir a los Knights –el mote de los equipos universitarios- a coronarse la temporada reciente como campeones de la ACC (Conferencia de las Ligas Universitarias en la NCAA) con foja invicta.
Es por ello que ahora Griffin ha sido invitado incluso al Senir Bowl, un tazón donde algunos prospectos también se preparan para demostrar sus habilidades y ‘llenarle el ojo’ a algunos equipos antes del Draft de la NFL.