Lo que parecía ser un entrenamiento público tranquilo, terminó por encender una guerra de declaraciones entre el equipo del monarca kazajo Gennady Golovkin y el del púgil mexicano Saúl Álvarez de haberse dopado, tras dar positivo en un control que atribuyó a la ingesta de carne contaminada.
Pero las acusaciones del dueño de tres de los cuatro principales títulos a nivel internacional no se quedaron sin eco. Por parte del equipo de Saúl Álvarez, Eric Gómez, presidente de la promotora Golden Boy Promotions declaró: "Suena a que Golovkin no es un peleador con confianza. Tiene muchas inseguridades. Canelo es un peleador limpio y los hechos lo prueban. Suena a que GGG está tratando de encontrar una forma de salir de la pelea. Si lo quiere, solo tiene que decirlo", declaró Gómez en entrevista con Los Ángeles Times.
Por ahora el duelo del 5 de mayo depende en su totalidad de la Comisión Atlética de Nevada y la decisión que se tome en dicha audiencia, pero la incomodidad del equipo del campeón podría traer repercusiones importantes en si se realiza o no el encuentro.
"Parece que algunos estados tienen preferencias, que emplean un tratamiento preferencial a algunos peleadores (...) Vamos a tener que ganar de forma más convincente o noquearlo", subrayó Abel Sánchez, entrenador de Golovkin.