Por WALTER EPÍSCOPO
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Muchos temas en el mundo Gimnasia flotando en el aire, y la cita a las 19 con los tucumanos parecía perfecta para encontrarse con otro Tripero. El mal momento futbolístico, las dudas a nivel institucional, la localía ante Boca. Pero lo importante era salir de la mala tras cuatro cachetazos seguidos que llevo a los más extremistas a poner en duda la continuidad de Sava.
Los jardines del Bosque fueron a pura charla sobre todo por estos temas. El Indio Ortiz llegaba a 60 y 118 y cosechaba voces de aliento, Mario Griguol recordaba con un hincha que le pidió una foto, sus tiempos como ayudante de campo de su primo, Timoteo. A su lado, Emma, su mujer cuenta que su nieto más chico, “es del Lobo”.
La noche se posaba sobre el Bosque y el ritual de las semillitas, la garrapiñada y el chory que se repite con paso apurado. Hay preocupación en la gente.
“Qué se sabe, con Boca vamos a 25 y 32?”, preguntaba un hincha café en mano para bancar el clima fresco. “Me parece que si es con público visitante, se juega en el Ciudad de La Plata, si es con gente nuestra, nos quedamos en el Bosque”, contestaba un hincha que peinaba canas. Y su información no está lejos de la realidad. “Le quedarían como ocho palos a Gimnasia si va la gente de Boca”, agregaba hablando medio de costado, como tirando la precisa.
A todo esto, Gabriel Pellegrino, jura y re contra jura no estar hablando con nadie para jugar con Boca en 25 y 32. Hay que recordar que el Lobo hoy por hoy está al frente de la Fundación del Estadio (va alternando con Estudiantes). “Vos acordate de esto, si hay visitantes, se juega en 25 y 32, si es con locales solos, se juega en el Bosque”, cerró contundente este hincha que se fue rápido sin antes saludar a alguien que trabaja en A.Pre.Vi.De., la pista quedaba clara.
“Esta noche cueste lo que cueste, esta noche tenemos que ganar”, pedía el Triperio, y enseguida el “dale Lobo”. Y en el medio de la Platea H un “trapo” blanco con letras azules que esperaba con una frase inapelable: “NO !! Al estadio TRUCHO”.
El desahogo tras el gol del Loro Faravelli a los 31 minutos. El grito con gusto a desahogo, adentro del campo por el lado de los hombres vestidos de azul y blanco, y afuera, los habitantes de la tribuna con alguna puteadita incluida.
“Vamos Gimnasia, que tenemos que ganar, esta hinchada no te deja de alentar” cantaba la gente.
Los aplausos tibiamente volvieron a aparecer ante alguna buena intentona de juego. El gol del empate tucumano se veía venir porque el equipo jugaba cada vez más cerca del propio arco. Martín Arias lo aguantó mientras pudo, la defensa no daba seguridad y arriba había demasiado nervios.
Con el segundo gol de los tucumanos, “la camiseta del Lobo se tiene que transpirar, y sino no se la pongan, váyanse no roben mas”, empezaron a cantar desde la Platea H.
Quinta derrota consecutiva. La caída no parece tener fin y la recuperación nunca llega. La silbatina general cuando los jugadores emprendieron la retirada fue como una cuchillada letal. Hubo insultos para los jugadores, esta vez no se salvó nadie. La gente se cansó de verdad. No se pidió a nadie ni se indultó a Sava. Es que pasaron Troglio, Alfaro y Soso, y alguna vez, les iba a tocar.