El petróleo, la clave por la que Azerbaiyán se quedó con un un Gran Premio de Fórmula 1

"La Fórmula 1 debe ser única y exclusivamente para quien pueda aportar dinero". Bajo el marco de aquella polémica frase de Bernie Ecclestone, mandamás de la categoría hasta la 2016), fue que Azerbaiyán consiguió tener una plaza en el calendario de la categoría reina del automovilismo.

Luego de una inversión de 30 millones de dólares, aunque bajo el nombre de Gran Premio de Europa, Bakú, la capital azerí, albergó por primera vez en la historia una carrera de Fórmula 1. Y no es casualidad: la ciudad fue uno de los mayores centros petrolíferos de la antigua Unión Soviética, es decir que cumplía perfectamente con aquel viejo requisito impuesto por Ecclestone.

El petróleo supone para Azerbaiyán una gran cantidad de ingresos. Descubierto a mediados del siglo XIX, el oleoducto ubicado en ese país tiene una extensión de 443 kilómetros y, en su gran mayoría, está situado en Bakú.

Ese nivel de lujo se refleja en la costumbre ostentosa de la pareja presidencial. Ilham Aliyev, hijo del anterior presidente del país, quitó límite alguno para su estancia en lo más alto del poder. Su esposa, Mehriban Aliyeva, es la vicepresidente. Y el propio Aliyev mandó a realizar una escultura de su mujer a Canadá.

Pero no todo es desparpajo y lujos en este país. Además de varias tensiones políticas, el Gobierno azerí tiene diversas denuncias de abusos en contra de los derechos humanos. Y allí se ven reflejados con los números de presos políticos, que ascendieron a la notoria suma de 100.

El pasado 11 de abril, Aliyev fue reelecto por otros 7 años, luego de permitir este paso al reformar la Constitución. Con un total de casi 4 millones de votantes, el mandatario ganó con un amplio margen: obtuvo el 86,3% de los votos, mientras que quien lo escoltó, Zahid Oruc, apenas logró el 3,11%. A pesar de que las elecciones estaban programadas para el otoño, el Gobierno las adelantó justificándose en que "para fin de año el país tiene eventos de muy alto perfil".

Tan bello como complicado, el circuito de la capital azerí aporta diversos condimentos que hacen que se piense en éste como uno de los trazados más controversiales del calendario.

La larga recta (la más larga del Mundial) de 2,1 kilómetros en la que el piloto finlandés de Mercedes Valtteri Bottas alcanzó una velocidad récord de 378 km/h en la primera edición y una brusca frenada en la entrada de la curva 1 dan comienzo al primer sector.

De los tres circuitos callejeros, además de Singapur y Montecarlo, es el más veloz. Además, es el segundo circuito de mayor extensión (6 kilómetros), únicamente superado por Spa-Francorchamps, en Bélgica, con un trazado de 6,999 metros.

Es costumbre que en los Grandes Premios algunas personalidades del país anfitrión entreguen los trofeos a los corredores, pero en Bakú es muy diferente: es el presidente quien entrega el trofeo al ganador y su mujer al representante de la escudería vencedora. El resto de los premios son entregados por altos representantes del Estado.

En el sector más lento del circuito, precisamente entre las curvas 8 y 12, el ancho de la pista es de apenas 7 metros, lo cual lo convierte en uno de los más estrechos en comparación a cualquier otro trazado del calendario.

Fue allí precisamente donde Sebastian Vettel y Lewis Hamilton protagonizaron el accidente que dio un giro drástico a su relación a lo largo de la temporada 2017.

Como es costumbre, Hamilton apiló a todos sus rivales antes del relanzamiento de la carrera por el auto de seguridad. En la salida de la curva 12, el británico frenó -de manera abrupta según el criterio de Vettel- y terminaron chocando. Instantáneamente, el piloto de Ferrari colocó su monoplaza a la par y embistió el W08 de Hamilton.

Una vez finalizada la carrera, Hamilton declaró: "Si quiere probar que es un hombre, creo que debería hacerlo fuera del coche cara a cara. Sienta un mal precedente. Es malo para los pequeños que nos ven conducir y comportarnos".

Asimismo, el tetracampeón mundial recogió el guante y le contestó a Hamilton: "No tiene sentido frenar. No estoy de acuerdo con la sanción, nos tendrían que haber castigado a los dos". La victoria terminó en manos del australiano Daniel Ricciardo (Red Bull), quien capitalizó los errores de esos dos pilotos.

Tan polémico como interesante, Bakú se prepara para recibir por tercera vez a la máxima categoría del automovilismo, allí donde se desató una pelea de gigantes. Nuevamente, el campeonato los ubica, como en 2017, a Vettel en primer lugar del campeonato y a Hamilton en segundo. ¿Tendrán revancha?