Que fina es la línea que marca el destino de un futbolista dentro de un club, y sino que se lo digan a André Silva, quien recaló en el AC Milan como el delantero centro con más proyección de Portugal y que, en su año como miembro del conjunto rossonero, ha supuesto un auténtico despilfarro de dinero sin respuesta equitativa sobre el verde para estos, sumando tan solo 2 goles en su participación en Serie A.
Una mala operación para los italianos que se aferran a su juventud (22 años) y al talento que se le intuye al jugador y que cotizó al alza en su periplo en el Oporto para situarlo nuevamente como una gran valor en el mercado, donde el Mónaco es el club que más predisposición ha puesto en su contratación y cuyo interés iría, además, ligado al que el cuadro de la Lombardía mantendría en uno de los activos del conjunto monegasco.
Este interés recaería sobre Radamel Falcao que, ante la falta de acierto mostrada tanto por André Silva como por Nikola Kilinic, se habría convertido en objeto de predilección en la venta de traspasos para los italianos, cuyas condiciones para lidiar con la defensa rival, además de su buen juego aéreo, le hacen encajar a la perfección con el estilo que ha asentado Genaro Gattuso en las filas rossoneras. Además, el artillero colomniano ya reconoció su disponibilidad a un cambio alabando el interés de estos en su figura.
Por esto, y según La Repubblica, ambos clubes habrían consolidado un intercambio de cartas con los futbolistas que se traduciría en el correspondiente préstamo de los delanteros, quienes realizarían el puente Milán-Mónaco a la inversa, llevando a cabo una interesante y llamativa operación dentro del mercado.