La historia del Sevilla con el centrocampista francés de origen tunecino viene de lejos. De hecho, aún estaba Monchi como director deportivo de la entidad cuando el conjunto hispalense buscó la contratación del jugador, aunque se topó con la fortaleza de un PSG que se impuso como el deseo de grandeza del futbolista. Y un año después volvió a tantear la posibilidad de incorporarle, nuevamente sin éxito.
En este tiempo, la figura de Hatem Ben Arfa ha caído radicalmente en importancia. De hecho, durante la última temporada, este ha quedado apartado de la rotación de la plantilla que entrenaba Unai Emery,en la que se ha quedado sin disputar ni un solo minuto durante la 17/18. Ahora, el galo vuelve a estar en el mercado como agente libre, y a sus 31 años, las prestaciones que demostró en el Niza bien merecen el riesgo de una nueva oportunidad en la que este pueda resarcirse de su etapa en París.
Así, según Radio Montercarlo, el Sevilla habría vuelto a la carga por el ex del PSG, quien además presenta una oportunidad de mejorar la baraja de soluciones en banda que ha tenido el equipo esta temporada, donde ha mostrado cierta carencia resolutiva en 3/4, patente en su dificultad para crear ocasiones.
En frente, como principal competidor, estaría el Borussia Dortmund. El club alemán, actualmente entrenado por Lucien Favre, quiere reclutar al centrocampista francés, quien es un viejo conocido del técnico francés, ya que este le tuvo bajo su mandato antes de que se embarcara en el PSG. Así, Favre presenta una oportunidad idílica para recuperar su mejor versión y tener, desde el primer momento, la confianza para brillar, por lo que la balanza en la batalla empezaría ya por estar ligeramente inclinada hacia el cuadro germano.
Una curiosa anécdota entre sus pretendientes
Sorprendente sería una de las ofertas presentadas para reclutar a Ben Arfa. Según recoge diario AS, el US Castétis-Gouze, equipo amateur de Francia, le habría presentado un contrato de 800 € al mes con un bonus de 20 € por cada uno de los goles que anote con la camiseta de su club. Una insólita propuesta que no pasará de anécdota graciosa para el futbolista.