Max Verstappen ganó un caótico y lluvioso Gran Premio de Alemania este domingo, mientras que el líder del campeonato de la Fórmula Uno, el británico Lewis Hamilton, terminó undécimo y su compañero de Mercedes Valtteri Bottas tuvo un accidente cerca de finalizar.
El triunfador holandés mantuvo su compostura en una pista peligrosa para conseguir su segunda victoria de la temporada y séptima de su carrera en Red Bull, encabezando un podio sorpresa en el que estuvo acompañado por el piloto de Ferrari Sebastian Vettel, quien empezó en el último lugar y terminó en segundo (+7.333 s), y Daniil Kvyat, de Toro Rosso.
“Fue increíble ganar, estuvo realmente complicado, tenías que estar concentrado”, dijo Verstappen. “Se trató de intentar no cometer demasiados errores. Lo aprendes con el paso de los años. Estoy muy contento con el resultado”.
Después de la ola de calor de esta semana, el clima lluvioso provocó caos en Hockenheim (suroeste alemán) con los pilotos que tuvieron que hacer hasta seis paradas en pits para cambiar neumáticos y varios se accidentaron en el mismo sitio resbaladizo del circuito.
El piloto de Ferrari Charles Leclerc estaba en la contienda para alcanzar el podio, a pesar de arrancar en la décima posición; sin embargo, se estrelló luego de cambiar por unas llantas más rápidas, saliéndose de la pista. Terminó en las barreras.
Sorprendentemente, Hamilton tuvo el mismo percance después, causando daños en su alerón delantero. Debió acudir a pits para un cambio de alerón y neumáticos, mas tomó a Mercedes por sorpresa y una parada dolorosamente larga le costó.
Para Vettel fue un impresionante repunte –y casi lo opuesto a lo ocurrido en 2018 cuando se accidentó cerca del final luego de liderar la carrera desde la pole position y Hamilton ganó– tras ir en la cola.
“Fue muy divertido, fue muy difícil saber cuál era la maniobra más inteligente en estas condiciones”, comentó Vettel. “Fui pulcro durante toda la carrera. Felicidades a Max, él estuvo excelente”. (D)