Las últimas fechas de la Liga de Tailandia tuvo a tres equipos luchando palmo a palmo para definir al campeón. Buriram United, Chiang Rai United y Port FC fueron los tres clubes que no solo fueron noticia por luchar hasta la última fecha el título.
Una portada de un reconocido medio, mostró la imagen de los tres equipos más importantes del país asiático. Sin embargo, no se mostraban a los máximos goleadores, capitanes o tal vez los referentes de estos equipos. Los presidentes de los clubes eran los principales protagonistas.
Un hecho que podría llamar la atención en cualquier país de Sudamérica, pero que es muy normal en muchos países del sudeste asiático. Los presidentes gozan de un culto igual o superior a los grandes futbolistas, para los hinchas estos personajes ocupan un pedestal superior a cualquiera en sus clubes.
La explicación partiría del hecho de que Tailandia se rige en una sociedad donde se considera mucho a la dimensión de distancia, es decir se acepta que existe una distribución desigual del poder. En una cultura como la tailandesa, “Cada rango tiene sus privilegios y los empleados muestran lealtad, respeto y deferencia por sus superiores a cambio de protección y orientación".