Como se han cumplido los pronósticos, la directiva del Arsenal ha anunciado el desembarco de Mikel Arteta. El preparador vasco abandona la disciplina del Manchester City, conjunto en el que actuaba como principal ayudante de Pep Guardiola, y se hace con las riendas de una escuadra a la que, desde la destitución de Unai Emery, dirige de forma interina el sueco Fredrik Ljungberg.
Aunque el aterrizaje de un nuevo técnico suele servir para renovar aires y ánimos, lo cierto es que ya hay muchos jugadores del primer equipo londinense que parecen haber dicho basta. De hecho, según cuenta hoy The Independent más o menos «la mitad de los efectivos de la plantilla» estaría ya tratando de localizar un nuevo destino lejos del Emirates Stadium.
Entre quienes parecen buscar desesperadamente la puerta de salida figuran los dos grandes soportes defensivos del equipo, el galo Alexandre Lacazette y el gabonés Pierre-Emerick Aubameyang. Asimismo, otros futbolistas como Mesut Özil (se habla de una cesión al Fenerbahçe) o Granit Xhaka (vinculado con el Hertha Berlín) también estarían decididos a hacer las maletas.
Por tanto, Arteta tendrá por delante una labor sumamente complicada, ya que para poder desarrollar correctamente su labor deberá recuperar para la causa a varios futbolistas que no están muy por la labor de seguir peleando. Sin duda, un reto complejo.