En tiempos pasados, nuestros abuelos eran muy severos y drásticos y nos alejaban de una actividad lúdica en el campo del deporte, como por ejemplo el fútbol. Tal concepto también llegó a contagiarse en los padres, quienes a toda costa exponían: “Primero los estudios”.
Recordemos que en el ayer la mayoría de planteles laboraba a doble jornada (matutina y vespertina) y cuando llegaban los recreos, los maestros permitían a sus alumnos liberarse de las asignaturas y todos corrían a jugar y practicar el balompié.
Hace dos décadas comenzaron a aparecer con fuerza mayúscula numerosos vicios negativos para la juventud; ahí se presenta el deporte para combatir ese inmenso flagelo, y tanto profesores como padres encaminan a que la niñez y juventud, en sus momentos libres, pertenezcan a alguna escuela o academia de fútbol. Hoy, el estudio y el deporte conforman una inevitable alianza. Un ejemplo que es valorado por los ecuatorianos y personajes de otras nacionalidades es el Interbarrial de Diario EL UNIVERSO, donde se fortalece en cada partido el desenvolvimiento técnico, físico y sobresale el estandarte educativo.
Quienes han asistido a las programaciones del torneo Interbarrial han notado cómo los jugadores llegan bien uniformados, puntuales, saludan a las autoridades del certamen, respetan las decisiones arbitrales y se despiden de sus rivales. El campeonato es netamente educativo y deportivo. (O)
¿Educa el fútbol?Categóricamente, sí. No más palabras... "