Quien para muchos hoy es el mejor técnico del mundo, Pep Guardiola, alguna vez tuvo un fugaz paso por el club Dorados de Sinaloa y el 'Loco' Abreu tuvo más influencia de la que se cree.
Esta semana el 'Loco' Abreu aseguró que tuvo que recurrir a un par de mentiras para que el Pep llegue al cuadro mexicano a jugar con él por pedido de Juan Miguel Lillo, su entonces entrenador.
"Le dije que en la ciudad había playa, que el Estadio estaba muy lindo y el grupo era muy bueno. Me preguntaba siempre por las instalaciones pero yo le repetía lo mismo, ya no sabía qué más decirle", aseguró el actual entrenador de Boston River en una conversación con TyC Sports.
Abreu detalló que las condiciones donde entrenaban en ese momento no eran las mejores, pero no se lo dejaba saber al español. "En ese momento entrenábamos en un parque de diversiones de verano, de piscinas, y el vestuario nuestro eran quinchos de paja con sillitas de plástico al aire libre. Tenías que salir con toallas porque había familias con chicos", agregó.
Pero este no fue lo único que recordó del paso del 'Pep' por Sinaloa, sino que el 'Loco' también detalló que ya desde ese tiempo el español dejaba entrever su perfección por el trabajo. "Siempre acudía a los entrenamientos con una libreta para apuntar cada trabajo que se hacía en el campo", sostuvo.
Asimismo, agregó que lo ayudó mucho en mejorar su técnica: "Me decía "si pude modificarle la forma de recibir a Romario, no puede ser que contigo no pueda". Se quedaba en los entrenamientos conmigo y usaba conos para perfilarme de lado, cosa que el control fuera orientado y me sacara la marca en el primer control", afirmó Abreu.
Al final, Guardiola se convenció y fichó por el cuadro mexicano en el 2005 hasta jugar el Clausura del 2006.