Así lo informó el director deportivo del club, Max Eberl, que se sumó a la iniciativa al igual que el entrenador Marc Rose y todo el cuerpo técnico.
"Estoy muy orgulloso de los jugadores. Están con el Borussia en buenos y malos tiempos. Quería devolverle algo al Borussia y con ello también a los seguidores que nos apoyan", dijo Eberl.
La medida representa para el club un ahorro de cerca de un millón de euros al mes.
El ahorro le ayuda a la institución a mantener los ingresos y los puestos de trabajo de otros empleados del club.
El responsable de Finanzas del Gladbach, Stephan Schippers, había dicho recientemente que cada partido que se juegue a puerta cerrada le quita al club cerca de dos millones de euros en ingreso.
En caso de que ni siquiera se pueda volver a jugar a puerta cerrada y se pierdan también los ingresos de televisión el agujero financiero será aún más grande.
"La meta del Borussia Mönchengladbach es superar la crisis del coronavirus y hacerlo sin tener que hacer despidos", dijo Schippers.