A pesar de que por el momento la piscina olímpica Alberto Vallarino –regentada por la Federación Deportiva del Guayas– se mantiene cerrada por las restricciones del estado de excepción, la preocupación persiste en los nadadores másteres para cuando se reanude la actividad en ese escenario en el futuro.
Por cuenta propia, Guillermo Pincay, nadador máster e ingeniero químico, realizó en un laboratorio particular las pruebas del agua de esta alberca para averiguar cuál era el compuesto que generaba la tintura verde en la piel y trajes de los usuarios de esa piscina, a pedido de sus colegas deportivos.
Desde el 13 de febrero sometió la muestra a comprobaciones de reacción a metales pesados. La semana pasada, Pincay analizó el test y halló que “el producto químico con el que están tratando el agua de las piscinas Vallarino y Asisclo Garay es el ácido tricloroisocianúrico al 90 % de concentración, compuesto que en agua se convierte 3HOCl (ácido hipocloro) y un compuesto altamente tóxico”, según su interpretación.
Detalló: “El químico que se dosifica directamente es el ácido tricloisocianúrico, este en el agua se disocia en ácido hipocloroso (que es el compuesto de acción bactericida) y también se forma el ácido isocianúrico, este compuesto tiene un tiempo de residencia largo en el agua, por lo que con las continuas aplicaciones se va acumulando. Una de las formas de disminuir su concentración en la piscina donde se ha dosificado es ir removiendo volúmenes altos de agua para mantener un limite máximo”.
Pero “este compuesto, por no tener capacidad de evaporarse, aumenta su concentración con cada dosificación”. Y añadió: “En las piscinas olímpicas se agrava la calidad, porque no hay un sistema de filtración que remueva este químico”.
Los nadadores másteres, tras hacer público el caso, recibieron de parte de las autoridades de Fedeguayas la confirmación de que les darían a conocer los resultados de las pruebas del agua, pero Pincay aseguró: “Nunca presentaron los certificados de análisis químicos como se comprometieron”.
Aunque, posterior a la denuncia, la tintura verde dejó de presentarse, Pincay aseguró que eso no es garantía de la calidad del agua. “Sí hemos nadado; el impacto de la coloración verde desapareció, pero el agua está altamente turbia”.
Además, la situación preocupa más a los nadadores, pues Pincay aseguró que tiene documentos que evidencian que Fedeguayas ha llamado a “un concurso público para la contratación del tratamiento del agua, pero con una metodología determinada, que es la que se está aplicando actualmente”. Por eso, “debemos tomar acción para impedir que se aplique este tratamiento por ser perjudicial para los usuarios de las piscinas”, dijo.
Federación
El mes pasado, Fedeguayas desestimó la denuncia de los nadadores másteres y aseguró que tras un “análisis de calidad se constató que el pH del agua se encuentra dentro del parámetro normal”, según un comunicado. Además la entidad deportiva agregó: “Es importante aclarar a la comunidad deportiva que este desajuste en el pH no genera ningún tipo de riesgo para la salud de quienes hacen uso de las instalaciones náuticas”. (D)