03/05/2024

Frank Maridueña: La Fedeguayas, en estado fallido e intervenida más allá de lo que permite la ley

Viernes 26 de Junio del 2020

Frank Maridueña: La Fedeguayas, en estado fallido e intervenida más allá de lo que permite la ley

Los interventores de la Secretaría del Deporte no han dado informe y los escenarios porteños siguen en mal estado.

Los interventores de la Secretaría del Deporte no han dado informe y los escenarios porteños siguen en mal estado.

Como en muchas actividades de la sociedad, en la que están alterados los principios y valores morales, el deporte no se escapa de aquello. Lo demuestra la antes ilustre y gloriosa Federación Deportiva del Guayas, que se halla en un estado fallido causado por la intervención a su última gestión. Los sucesivos y distintos interventores no han podido solucionar el motivo de la destitución del último directorio y tampoco han concluido el proceso de elección del nuevo para que intente volver a la normalidad.

Fue negligente el último directorio al que, con base en un informe de la Coordinación de Infraestructura de la Secretaría del Deporte que determinó que los escenarios estaban en mal estado y que por ello “existe peligro inminente de daño al patrimonio estatal deportivo”, le aplicaron el artículo número 165 de la Ley del Deporte, lo que produjo su intervención y su desconocimiento.

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Ha sido fallida la mediación porque en varias ocasiones se vencieron los plazos de la intervención, pero se crearon nuevos y especialmente porque ninguna gestión alcanzó a solucionar el mal estado de escenarios que siguen en las mismas condiciones. Por ejemplo, de las piscinas mundialistas del Centro Cívico dicen que no pueden hacer nada y nada han realizado porque hay un conflicto legal. Por mandato de la Ley del Deporte vigente todos los centros deportivos construidos con dineros del Estado pasaron a ser administrados por el organismo rector.

El mismo órgano legal, en el artículo número 163, señala: “El interventor durará en su cargo 90 días como máximo, pudiendo ser prorrogado por una sola vez por 90 días adicionales”. Y recalca: “plazo durante el cual deberá resolverse la causa y convocar a elecciones”. La acción se produjo el 16 de enero de 2019 y como máximo debió tardar seis meses, pero en total incluyendo la causa de fuerza mayor por la crisis sanitaria, suman 17 meses. Se sobrepasó en mucho lo estipulado por la norma.

El proceso de elección, con el que debe concluir este periodo negro para la historia de Fedeguayas, también está en estado fallido porque hasta el momento no se posesiona el nuevo directorio, elegido tras varios intentos y que luego de ocho meses aún está en espera. De último momento se conoce que una Unidad Judicial, luego de algunas demandas, apelaciones y recusaciones, determinó que “se repita el primer proceso electoral para elegir a los dirigentes principales y respectivos suplentes que integrarán el directorio”. Esto, junto con otras resoluciones, puede hacer cambiar el rumbo de este tema vital.

¿Cuáles son la razones para que no se pueda nombrar un interventor de nuestra ciudad o provincia? Para cumplir este rol solo debe tener los siguientes requisitos: poseer título de tercer nivel. No ser cónyuge, ni pariente dentro del cuarto grado de consanguinidad ni segundo de afinidad de los miembros del directorio y administradores y no ser socio de la organización. En ninguna parte exige que deba ser funcionario de la Secretaría del Deporte. ¿Acaso no existen personas serias, dignas de respeto e imparciales que puedan cumplir esta tarea y encauzar a la señera Fedeguayas?

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Seguro que sí existen probos ciudadanos, como la mayoría de los que fueron líderes de la Federación en periodos pasados, llenos de virtudes y rectitud en su proceder, que puedan enderezar la barca del deporte que en algún momento perdió el norte de la acción noble y formadora.

Fue una deshonra la intervención, del que hasta el momento no se conoce ningún informe. Un bochorno su prorrogado por mayor tiempo del que señala la ley y es una ignominia que no se hayan efectuado las elecciones sin problemas. El deporte del Guayas necesita con urgencia que se arregle y recupere la imagen del deporte de la provincia.

La aprobación de la Ley del Deporte el 10 de agosto de 2010 generó expectativas de un futuro mejor. En la práctica resultó perjudicial, a tal punto que en tan poco tiempo todos hablamos de la necesidad de una nueva ley. Todos creíamos era el eslabón que le faltaba al engranaje deportivo nacional, pero lo que ocurrió fue que se rompió la cadena. (O)

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