Bajo el mando del entrenador Robert Pereira, General Díaz tuvo un regreso positivo y se embolsó los puntos en un enfrentamiento clave contra San Lorenzo, que terminó jugando con 9 jugadores.
Álvaro Campuzano y Néstor González gritaron a favor de las Águilas, mientras que Ignacio Miño hizo el tanto de los visitantes. Con este resultado, General Díaz deja el último lugar y acumula siete puntos, igual cantidad que el perdedor de la jornada.
EL PARTIDO. El equipo local mostró una versión más edulcorada que el rival en su Nido y pudo llevar a los vestuarios una ventaja más gruesa que el solitario gol anotado por el mediocampista Álvaro Campuzano, de penal, a los 22 minutos.
Desde esa misma vía, antes del cobro del capitán de General Díaz, Sergio Bareiro se batió en un duelo personal con Wilson Quiñónez, pero el lanzamiento del delantero se estrelló en el palo luego de engañar al portero santo (17 m).
De acuerdo al desarrollo parcial, la diferencia conseguida por las Águilas fue justa, porque hilvanó mejores asociaciones en zona enemiga y exigió en más de una ocasión intervenciones de gran mérito de Quiñónez.
En tanto, el cuadro dirigido por Sergio Orteman tuvo 38 por ciento de posesión y en la única ocasión clara Jorge Salinas remató muy desviado después de que Feliciano Brizuela se deshiciera por potencia de un par de defensores y sirviera un gran servicio a su compañero.
El complemento se avivó de entrada con la igualdad de Ignacio Miño (50 m) y la expulsión de Víctor González (53 m). Un premio y castigo a la vez para los rayaditos. Cuando San Lorenzo se cargaba envión anímico a sus venas se produjo la segunda amarilla del defensor.
Poco después oscureció más el panorama para los visitantes debido a que Néstor González aplicó un gran golpe de cabeza para el segundo tanto de General Díaz pasando la hora del compromiso (62 m).
Y no se estiró la cuenta en el Nido, porque Quiñónez hizo salvadas encomiables como contra Wilfrido Báez. Intentó algunas incursiones, pero en el momento en que iba a dar el manotazo de ahogado terminó perdiendo a Santiago Vera por una jugada peligrosa y esta expulsión dictó sentencia definitiva.