01/05/2024

'Richard Carapaz se vio tan solo y no le quedó más remedio que pelear mano a mano'

Domingo 08 de Noviembre del 2020

'Richard Carapaz se vio tan solo y no le quedó más remedio que pelear mano a mano'

El narrador y comentarista de Eurosport charla con AS de La Vuelta, del pulso Roglic-Carapaz y de la épica de las narraciones.

El narrador y comentarista de Eurosport charla con AS de La Vuelta, del pulso Roglic-Carapaz y de la épica de las narraciones.

Cuando Javier Ares rememora su infancia de verano dedicada al Tour o las batallas de Ocaña, Fuente y Merckx aflora una emoción pura por el ciclismo. Hoy el sentimiento perdura. El narrador y comentarista de La Montonera de Eurosport charla con Diario As de La Vuelta a España 2020, Roglic y Carapaz, la polémica del Movistar en La Covatilla, la épica de las narraciones e insiste en una necesaria modernización del deporte para crear un producto televisivo más atractivo.

¡Termina La Vuelta! ¿Qué balance hace?

Fue una Vuelta muy completa por la concentración de la exigencia. A veces en una Vuelta de veintiún días tiene seis etapas para la papelera y en esta ocasión solo se han dado dos al sprint. En cuanto a la meteorología se hablaba de un tiempo crudo, pero nos olvidamos que uno de los grandes enemigos del ciclismo es el calor. La temperatura ha sido francamente buena. Creo que los corredores han recuperado bastante mejor que en una Vuelta al uso. La única etapa dura y difícil fue la de Formigal y el resto ha transcurrido bastante bien. Ha sido un éxito. Han dado ejemplo de disciplina en una burbuja. Antes del Tour estuvieron cinco semanas concentrados. Cincuenta días fuera de casa. Acabó el Tour y vinieron al Giro. Sin volver a casa. Han dado un ejemplo importante. Y supuso también un esfuerzo tremendo para los organizadores. Lo han hecho perfecto. La gente se queda solo con el esfuerzo y las lágrimas en la carretera, pero olvidan que se han metido dos meses de rodillo. Y luego estas concentraciones y la carretera. Que haya acabado La Vuelta es un gran éxito y que se haya decidido en La Covatilla en tierra de grandes campeones también. La Vuelta ha ido evolucionado cada año, es guía para el Tour y para el Giro de lo que representa el ciclismo moderno. Representa competitividad. Hay que rentabilizar la cantidad enorme de horas que las televisiones emiten en directo. Y no se puede rentabilizar con etapas de un pelotón andando de forma anodina, quemando kilómetros y quemando carne humana porque no conduce a nada. Cuanto más comprimida esté y dificultades haya, mejor. Esto ya lo inició la Vuelta hace una década larga y lo sigue manteniendo. Creo que está en el buen camino. Ha habido muy pocos días aburridos en La Vuelta.

¿Es justo vencedor Primoz Roglic?

Sí. Ha sido mejor, el más sólido. Ha ganado gracias a las bonificaciones y al gran equipo, pero me atrevo a decir que en el mano a mano no ha sido mejor que Carapaz. La diferencia no ha sido tanta. Se puede decir que ha ganado La Vuelta por las bonificaciones. Si hay que decir verdad Carapaz ha invertido menos tiempo que Roglic en cubrir los kilómetros de La Vuelta. Once segundos, según mis cálculos. Vale contarlo, pero no vale argumentar o decir que es el vencedor moral. La Vuelta se corre con bonificaciones. Está así estipulado y no vale un análisis ventajista. Si no hubiese sido por esa regla a lo mejor Roglic habría corrido de otra manera. Yo no le he visto obsesionado por lo ocurrido en el Tour. Vino a ganar, en la línea de salida era el mejor corredor, asumió su condición de favorito. Ha ganado cuatro etapas y eso no se lo quita nadie, pero buena parte de la ventaja ha sido por las bonificaciones. Que cuenta. Soy el primero que pide bonificaciones y las respeto. Vale para hacer un análisis. Y para decir que uno no ha sido mucho mejor que el otro.

¿Fue correcta la estrategia de Carapaz en La Covatilla? ¿Y la del Movistar?

Siempre hay que respetar al ciclista. No sabes desde fuera si debería haber atacado antes. Creo que cometió un pequeño error. Saltó dos veces a por Carthy cuando el que debería haber saltado era Roglic. Eso lo ves ahora. Ineos ha sido un equipo muy pobre con Sosa muy mal y Froome para los leones. Se vio tan solo que no le ha quedado más remedio que pelear mano a mano. Lo hizo con valentía y arrojo admirables. Le ha atacado en el sitio justo para intentar ganarle La Vuelta, pero no ha podido hacer otra cosa. Roglic se encontró con la ayuda de su compañero y la mano que le echó Movistar. Yo habría evitado esta situación. Lo normal habría sido dejar a Roglic que tirase y haber evitado esto. Si estás ganando La Vuelta vale todo, pero estamos hablando de la remota posibilidad de conseguir una cuarta plaza. Repito: no se debe criticar una actitud en carrera cuando estás defendiendo tus intereses. Yo no me atrevo. Tengo respeto a los corredores. Yo en el coche del Movistar les habría dicho que no tirasen. Puede que no haya sido una decisión del coche porque ha sido todo muy al final. Cuando ves esa situación y que Roglic se está beneficiando y privando a Carapaz de ganar la vuelta yo hubiese dicho que se retirasen. Pero yo no tengo que dar cuentas al Movistar. Ellos sí. La imagen por un cuarto puesto prácticamente imposible de ganar no ha sido buena. Sobre todo porque es la comidilla de la etapa. Y no sería comidilla si no hubiera pasado lo de Carapaz. Es lo que Movistar tendría que haber evitado.

¿Cómo ha visto el rendimiento de los españoles y en concreto el del equipo Movistar?

Movistar aunque se le niegue mucho el pan y la sal tiene el mérito de que sale a pelear las carreras. Sale con la vitola de tener que ganar aún siendo consciente de que no tiene ni el mejor ni el segundo ni el tercer mejor corredor del planeta. Lleva en la mochila el peso de salir a ganar y resulta que si no gana, no acaba de cumplir las expectativas. Y es injusto. No tiene gente para ganar. El año pasado tenía a Carapaz y ganó el Giro. Pero lo que no se le puede negar es que el equipo corre con esa responsabilidad y que ha ganado una vez más la clasificación por equipos del Tour y de La Vuelta y que ha estado súper combativo. Si lo miras desde la perspectiva de tener que salir a ganar o ser segundo detrás de Roglic, pues no han cumplido con las expectativas. Pero qué le vas a decir a un equipo que ha estado peleando todos los días por conseguir etapas. Soler es un corredor muy bueno. Tiene que plantearse si está para afrontar las vueltas con la vitola de ser candidato o simplemente tiene que ser de esos magníficos corredores a los que alabamos mucho porque ganan una etapa aquí, una Clásica allá y no son corredores de tres semanas para ganar una gran vuelta. Creo que le falta algo de punch en montaña para estar con los mejores, pero es un corredorazo con mucho recorrido. Y ser un gran corredor no pasa por ganar un Tour o una Vuelta. Conozco un centenar de soberbios corredores que no han estado entre los treinta primeros en las grandes vueltas por etapas. Ganan clásicas, ganan etapas. Esta Vuelta a lo mejor le ha aclarado algo. Ha sido una temporada atípica y no sé si es la mejor para sacar conclusiones definitivas.

Reclamaba hace un tiempo la modernización del ciclismo. ¿Ha llegado ya a ese punto? ¿Qué falta?

No. Parece mentira que sea un periodista muy veterano el que esté por los cambios y la innovación. Le faltan cosas que a lo mejor no son tan fáciles y hay que experimentar. Hace años pedí bonificaciones en los puertos y se ha empezado a hacer de una forma muy tímida, irrelevante en la mayoría de los casos. Pido más bonificaciones en más puertos. No concibo que haya que hacer ciento ochenta kilómetros esperando la última ascensión. Hemos tenido el ejemplo de El Angliru. Han terminado seis corredores en diez segundos prácticamente salvo el ganador. ¿Eso qué quiere decir? Que la gente guarda mucho para el final y quiere hacer diferencias ahí y al final no se puede. Si no le das ningún premio al que se fuga y el pelotón tiene equipos tan poderosos como Ineos o Jumbo y te terminan neutralizando se te quitan las ganas de ir a la aventura. Hago hincapié no en que cambien mucho las cosas, sino en que hay que darle alicientes a los ciento cincuenta kilómetros en los que generalmente no ocurre nada. Esos tres peregrinos de fuga de los equipos modestos y un pelotón dejándolos al baño maría para terminar neutralizándolos. Eso es muy malo para el espectáculo. Eso pasaba antes cuando a la gente no le importaba y conectaba la tele a cuarenta kilómetros para ver el último puerto. Ahora la televisión te conecta la etapa entera. Hemos tenido el ejemplo del Tour y del Giro. Esa pequeña pelea secundaria que suponía el maillot verde nos ha dado un aliciente gracias a que Sagan iba a por él. Y de repente se presentaban unas batallas con las que no se contaba a priori. Ese tipo de alicientes y alguno más que hay que ir madurando se tienen que dar. Yo creo que ahora mismo el principal es el de las bonificaciones en la inmensa mayoría de los puertos o en los de cierta entidad. Los recorridos han cambiado de ocho o nueve etapas con sprints. Eso era insoportable. Lo veíamos los grandes aficionados, pero se trata de incorporar a un público que está expectante. Hay que rentabilizar la televisión. Y buscar la forma de rentabilizar a los espónsors. Que haya audiencia a las dos de la tarde, no a las cuatro y cuarto. (D)

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