Londres
Dicen que cada vez que anota un personaje famoso –sea actor, cantante, empresario o político– da un paso al más allá. Es como si existiera un pacto oscuro con la muerte cuando remata e infla las redes. Nos referimos a la llamada maldición de Aaron Ramsey, quien tras las muertes del músico David Bowie y el actor Alan Rickman salió al frente para dar su punto de vista ante el controvertido tema. “Algunas personas me han hablado sobre estas historias, pero tampoco hago tantos goles. Recientemente he marcado unos cuantos tras los cuales no ha muerto nadie, gracias a Dios. No creo en esas cosas raras. Solo son simples coincidencias”, señaló el jugador en una entrevista con el periodista Alex Dimond. El galés luego apuntó en tono enérgico: “Es un rumor estúpido. No le encuentro nada divertido. Yo seguiré jugando y anotando goles”.
El camino letal arrancó en el 2009 y, desde entonces, con 54 gritos en su carrera, ya sumó 20 nombres a la lista negra. Todos de gran renombre.
Parecía que el británico atravesaba por un período de paz: desde abril del 2015, cuando le convirtió al Burnley y fallecieron los escritores Eduardo Galeano y Günter Grass, pues no se hablaba de la maldición de Ramsey. Pero esta semana volvió con todo y se llevó al camaleónico cantante David Bowie y a Alan Rickman, actor inglés que interpretó a Snape en la saga de Harry Potter.
Por otro lado, Ramsey será titular hoy en el once de los ‘Gunners’, que de visita ante el Stoke City buscarán tomar por asalto la punta de la Liga Premier. Este partido se jugará a partir de las 11:30 a.m. hora peruana.