El Rod Laver Arena vistió sus mejores galas para asistir al que podía ser último partido de una dilatada y exitosa carrera de uno de sus ídolos. Planteó una 'batalla', como había anunciado, pero no pudo ante otro 'guerrero' de las pistas como es Ferrer.
No se rindió. Celebró cada punto. Se motivó. Pero no le fue suficiente al 'aussie', de 34 años. Ferrer, aunque no fue un partido sencillo, firmó el último día de Hewitt por 6-2, 6-4 y 6-4 y ya espera al estadounidense Steve Johnson, trigésimo primer favorito, que derrotó al brasileño Thomaz Bellucci, por 6-3, 6-2 y 6-2.
El español, semifinalista en Australia en 2011, fue demasiado para el actual 308 de la clasificación mundial. Tras romper por primera vez en servicio de Hewitt en el quinto juego, encarriló el partido y se apuntó las dos mangas iniciales por 6-2 y 6-4, y tuvo a su favor la tercera, pero en el sexto el australiano le arrebató el saque para firmar el 3-3 y volver a entrar en el choque.
Hewitt, absolutamente apoyado por el público de Melbourne, se motivó punto a punto. Pero la reacción de David Ferrer no se hizo esperar y de inmediato restableció su ventaja para no perderla y sellar la victoria por 6-4.
El australiano, que fue número uno mundial con veinte años y con dos títulos de Grand Slam, nunca se rindió pero acabó por confirmar su despedida, emocionado y vitoreado. Le acompañaron sus hijos, que bajaron junto a él a la pista, y su mujer, muy emocionada, dejó escapar varias lágrimas, como el propio Lleyton.