Fue un viaje con muchos sin sabores, no jugó todo el año, su brazo no fue el mismo de otras temporadas y su actuación en el Super Bowl resultó discreta, muy discreta, pero terminó subiendo al podio para tomar el Vince Lombardi, justo como todos quieren terminar este juego. Aun así, a pesar de ser campeón NFL, Peyton Manning no quiere tomar una decisión sobre su futuro.
“Ha sido una semana muy emocional, fue un juego muy emotivo, pero tengo que bajar a besar a mi esposa y abrazar a mis hijos, platicar con ellos y disfrutar esto. No quiero tomar una decisión sobre esto ahora”, es lo que dijo Peyton en cuanto subió al podio para tener el Lombardi en sus manos.
El mariscal de campo se perdió seis juegos de la temporada regular por una lesión, volvió a ser titular hasta la Ronda Divisional y llevó a los Broncos a vencer 23-16 a los Acereros y 20-18 a los Patriotas. Así llegó a Santa Clara, California, un lugar donde fue campeón por segunda ocasión en su carrera a pesar de una noche muy discreta: 13 pases completos de 23 intentos, para 141 yardas y una intercepción sufrida.
Peyton es desde este 7 de febrero, el primer quarterback titular de la historia que ha sido campeón con dos equipos distintos. El 4 de febrero de 2007 conoció lo que es tener en sus manos un trofeo Vince Lombardi gracias a que llevó a los Potros de Indianapolis a vencer 29-17 a los Osos de Chicago. El quarterback ahora tiene marca de 2-2 en Super Bowls, luego de que perdió frente a Nueva Orleans y Seattle.
En cuanto a números, este fue su desempeño menos prolífico luego de que contra Chicago lanzó para 247 yardas, con un pase de anotación y un interceptado.