El hombre que decidió no usar zapatos hace dos décadas y vive feliz

Hay quienes tienen costumbres que no todos seguirían porque las consideran extrañas y otros se arriesgan a romper parámetros y disfrutar de su vida a su estilo. Este es el caso de Joseph DeRuvo, un fotógrafo y profesor de pilates que reside en Connecticut, Estados Unidos, y que hace 20 años decidió no usar zapatos en ningún momento del día. Esta es su peculiar historia.

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Cada mañana sale de su casa hacia la panadería local sin usar zapatos, algo que atrae las miradas de los nuevos visitantes y que también resulta familiar para sus vecinos quienes ya saben de su costumbre.

Con 59 años, este instructor estadounidense también asiste a eventos formales como una boda y hasta viaja en el metro de la ciudad de Nueva York sin ponerse zapatillas o zapatos.

La razón para andar descalzo desde hace 20 años

Joseph DeRuvo tuvo una poderosa razón para cambiar totalmente sus hábitos hace dos décadas, ¿qué pasó? Pues decidió dejar de usar zapatos debido a sus juanetes dolorosos e inoperables. Según afirma, “estar descalzo me permite vivir mi vida sin que los zapatos me lastimen los pies”.

A los 39 años fue cuando se arriesgó a vivir de esta manera, pues le detectaron bursitis, una enfermedad que produce inflamación y dolor en los tejidos musculares y partes óseas como rodillas, codos y pies.

Según le contó a The New York Times, este problema de los juanetes a los costados del pies y en los dedos gordos puede ser operado, pero él sufre una alergia al metal por lo que descartó la idea de una cirugía.

Víctima de discriminación por ir sin zapatos

Si bien él es feliz con su estilo de vida, no todos ven con buenos ojos la práctica cotidiana de Joseph DeRuvo, pues ha sido víctima de discriminación, sobre todo cuando quiere ingresar a ciertos establecimientos. En una ocasión trató de comprar en un supermercado y el gerente le pidió que se retire porque no tenía zapatos.

“Más personas se rompen el cuello con tacones altos que con los pies descalzos”, le respondió DeRuvo al supervisor que lo detuvo, de acuerdo con el periódico.

Y es que por más que parezca una idea descabellada, este fotógrafo confiesa que su salud está al 100%. “La gente piensa que mis pies son de gente enferma, pero no saben que con el tiempo se han fortalecido. Aprendí que partes de nuestro cuerpo pueden volverse sorprendentemente fuertes, e incluso mi médico dice que mis tobillos son más fuertes que el promedio”.

Su popularidad por caminar sin zapatos es tal que fue también entrevistado por Inside Edition donde explicó que no todo es maravilloso, pues hay ocasiones donde pisa elementos indeseados, como un pequeño pedazo de metal que se quedó incrustado en su pie y lo notó recién al ver algo brillante en la planta en plena entrevista. “No lo sentía, así que lo sacaré”, explicó.

Por su parte, Lainey, su esposa, confesó que “literalmente me despierto todas las mañanas agradeciendo a Dios que puedo pasar mi vida con él”.

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