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A pesar de haber perdido a dos de los cátchers más reconocidos de la liga invernal dominicana y de estar en el estadio en que tradicionalmente más ofensiva se genera, el equipo de San Francisco de Macorís supera expectativas con el mejor cuerpo de lanzadores de la temporada 2023-24.
Normalmente, cuando se piensa en los Gigantes del Cibao en la Liga de Béisbol Profesional de la República Dominicana (LIDOM), lo que inmediatamente llega a la cabeza son cuadrangulares kilométricos, una alineación de poder que puede producir carreras y que es un azote contra los lanzadores rivales. Es por ello que cuando se habla de los Gigantes, es normal que haya quienes se refieran a ellos con el apodo de una de sus figuras (Carlos Peguero), los “Bombarderos del Jaya”.
Sin embargo, cuando se piensa en los Gigantes del Cibao, también se piensa que por las circunstancias que los rodean, como jugar en uno de los estadios donde históricamente más ofensiva se produce, rara vez se les ve como un conjunto que se apoya en su pitcheo. Esa noción se hizo más presente cuando en la primera agencia libre de la LIDOM, los Gigantes perdieron a sus dos receptores, Carlos Paulino y Webster Rivas.
Tanto Paulino como Rivas eran nos hombres de seguridad detrás del plato, no solo por su defensa, si no por su capacidad de guiar al pitcheo de los Gigantes. Por lo tanto, la pérdida de ambos en una misma temporada baja alertó a muchos sobre un posible mal año para los lanzadores de los “Potros”. Contra todo pronóstico, el equipo de San Francisco no los ha extrañado y se encaminan a la que posiblemente sea la mejor temporada de pitcheo colectivo del equipo, de acuerdo con los registros consultados por ESPN Digital.
Desde la campaña 2011-12 a la fecha, según los registros del portal BéisbolData, uno de los sitios de compilación de datos de LIDOM más consultados en República Dominicana, los Gigantes nunca han terminado como líderes en efectividad, promedio de hits y bases por bolas por entrada lanzada (WHIP) o pitcheo independiente de fildeo (FIP) de manera separada, esto, obviamente indica que jamás han quedado líderes en los tres departamentos de forma conjunta.
El equipo ha tenido buenos años en el departamento de los lanzadores, sin duda alguna, pero jamás ha terminado primero en los departamentos más utilizados para medir la calidad del pitcheo.
En esta temporada 2023-24, los Gigantes son primeros en efectividad con 3.03 y primeros en WHIP con 1.31. Sin embargo, son penúltimos en FIP con 4.08, lo que indica que la labor de sus lanzadores está siendo apoyada en la defensa.
A pesar de esto, los Gigantes tienen un problema que pudiese empezarles a pasar factura más adelante en el torneo y es el hecho de que sus lanzadores no llegan profundo en sus salidas, lo que obliga a su relevo a trabajar temprano.
En 20 salidas en lo que va de campaña, los abridores de los Gigantes se han combinado para tirar 73.1 innings de los 181 totales que han tirado todos los lanzadores del equipo. Eso quiere decir que 107.2 episodios han sido cargados por los brazos del bullpen.
La efectividad colectiva de los abridores de los Gigantes (lanzadores con al menos tres apariciones como abridor) es de 4.15, prueba de que, en estos momentos, el relevo Vinotinto es el que está sacando la cara, lo que, restando todavía 30 partidos, puede convertirse en el “Talón de Aquiles” del combinado.
De todos modos, lo que el equipo es de admirable lo que los Gigantes están haciendo tras haber perdido a dos de los receptores más importantes de la LIDOM y por algo se encuentran cómodamente en la primera plaza de la tabla de posiciones. Solo el tiempo dirá si el ritmo de juego es sostenible para los francomacorizanos.